Santiago Daniel Fernández era el único detenido y en la audiencia imputativa de ayer fue acusado como autor de homicidio calificado por el vínculo perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género.
El cuerpo de Ana María Alurralde, de 59 años, fue hallado en la madrugada del pasado sábado 19 en proximidades de Avenida Pascual Echagüe, camino al paraje El Chaquito.
La desaparición de Alurralde había sido reportada por su pareja, quien se presentó en la Comisaría 6ta radicando una denuncia con pedido de paradero. Sin embargo, los oficiales demoraron al hombre por detectar inconsistencias en su relato. Se efectuó, mientras tanto, un allanamiento en su domicilio donde, a través de pruebas de luminol, se revelaron manchas de sangre lavadas.
Estos datos fueron confirmados ayer por la fiscal Ana Laura Gioria, quién afirmó: "Cuando se hace presente la policía, era un hogar perfectamente ordenado y sin indicios a simple vista. Pero tenemos especialistas en estos temas, que detectan lo que puede ser un rastro. Con el correr de las horas se determina si ese fluido es sangre y, en una segunda instancia, si es sangre humana. Todo esto lleva su tiempo pero a nosotros nos permitió orientarnos".
Consultada sobre si Fernández se había autoinculpado, Gioria aclaró: "El imputado le dijo a una persona de su máxima confianza 'yo puedo decirles dónde está'. En ningún momento dijo que había cometido el hecho, ni tampoco dijo cómo se la iba a encontrar, si estaba con o sin vida, pero orientó la posibilidad de hallar el cuerpo".
La fiscal también se refirió al caso de Marta Isabel Romero, quien se encuentra desaparecida desde 1988 y tenía un vínculo con Fernández. "Fue algo que tuvimos en cuenta al momento de sumarlo a la evidencia que teníamos", afirmó Gioria.
El acusado participó ayer de la audiencia sin emitir palabras. Solamente solicitó el traslado de comisaría porque teme por su seguridad. Este miércoles por la mañana se realizará la audiencia por la prisión preventiva.
Nuevo femicidio en Santa Fe: hallan el cuerpo de Ana María Alurralde