Imágenes y sensaciones que dejaron tres días de encuentro en La Plata, en un fotorreportaje de Gisela Curioni y texto de Ileana Manucci.
El 34º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis y No-Binaries en La Plata fue el más grande de la historia. Todo desbordó: el agua en las calles, las escuelas para dormir, las aulas para los talleres, las lágrimas por las que ya no están, el amor por la lucha que nos hermana y nos da la fuerza para resistir y seguir.
Desde las primeras horas del sábado hasta el mediodía del domingo, decenas de miles de encuentreras tomaron por asalto la capital bonaerense. Algunes dicen 200 mil, otres 600 mil. Parece imposible atrapar en un número este movimiento que no para de moverse, que se escurre entre las manos de quienes quieren sujetarlo, limitarlo, concluirlo, y siempre se re inventa, se re piensa, se deconstruye y vuelve a construir, para después volver a deconstruirse.
Los feminismos son muchos y diversos, con encuentros y desencuentros, con discusiones no saldadas, con fuertes e inclaudicables puntos en común. Este año, la cantidad y variedad de talleres dio cuenta de ese espectro inabarcable de temas que los feminismos ponemos sobre la mesa. Desde los femicidios y el aborto, hasta las condiciones de trabajo y las tareas de cuidado, pasando por el fútbol, el antiespecismo, los escraches y las formas de relacionarnos afectiva y sexoafectivamente. Desde las disputas por la tierra, la ecología y las migraciones, pasando por los sindicatos, los partidos políticos, la educación, los medios de comunicación y el arte.
Todo nos atreviesa, todo nos interesa, todo queremos discutirlo y ponerlo en crisis. Es agotador, si. Pero es necesario. Los avances en materia de derechos y cambios culturales que se han conseguido en el país en las últimas décadas fueron semillas plantadas en estos encuentros. Fuimos muchas, y somos muchas más. 200 mil o 600 mil llegamos a La Plata, pero millones de amigas, hermanas, compañeras, madres, novias, estuvieron con nosotras desde cada rincón del país. Crecen los encuentros, crecen los feminismos, hay algo mejor allá adelante para todes.