Más claro, echale Budweiser. El gobierno de Estados Unidos avaló el Golpe de Estado en Bolivia con un comunicado. "Estados Unidos aplaude al ejército boliviano por acatar su juramento de proteger no sólo a una persona, sino a la constitución boliviana". Señales ominosas para Venezuela y Nicaragua.
En un comunicado emitido ayer por la tardecita, la Casa Blanca sentó su posición sobre el derrocamiento de Evo Morales: "es un momento significativo para la democracia en Hemisferio Occidental". No por el daño al orden institucional, qué va, sino porque "la renuncia de Morales preserva la democracia y allana el camino para que las voces del pueblo boliviano sean escuchadas". En el mismo comunicado, Estados Unidos –como lo hizo a lo largo de toda su inmunda e imperial historia– no se priva de amenazar a otros países del Cono Sur, haciendo explícita su injerencia.
La Casa Blanca también valoró positivamente el proceso de violencia previo que desencadenó la renuncia obligada de Morales, clave en la realización del Golpe. "Estados Unidos aplaude al pueblo boliviano por su demanda de libertad y al ejército boliviano por acatar su juramento de proteger no sólo a una persona, sino a la constitución boliviana".
Luego vienen las amenazas, cosa de que no se olvide quién manda. "Estos hechos mandan una fuerte señal a los ilegítimos regímenes de Venezuela y Nicaragua de que siempre prevalecerán la democracia y la voluntad popular. Ahora estamos un paso más cerca de un Hemisferio Occidental completamente democrático, próspero y libre".
La disputa por el continente sigue en marcha.