El derrocado presidente de Bolivia llegó a tierras aztecas como asilado político. Lo primero que hizo fue agradecer al pueblo que le dio cobijo. Anunció que seguirá en su actividad política y denunció un complot para contra su vida.
El ex presidente de Bolivia Evo Morales llegó este martes a México en condición de asilado político, dos días después del golpe de Estado que lo derrocó luego de casi 14 años al frente del gobierno de su país.
Apenas bajó del avión, Evo agradeció al país que le dio asilo: “El presidente de México (Andrés Manuel López Obrador), el pueblo de México, me salvó la vida”.
Morales también denunció que hubo un complot contra su vida, lo que precipitó su “renuncia” forzada por las fuerzas armadas de su país: “El 9 de noviembre un militar recibió una oferta de 50 mil dólares a cambio de entregarme”.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, le dio la bienvenida al líder boliviano: “Evo gozará en tierras mexicanas de libertad, seguridad, integridad y protección a su vida”.
Luego, el derrocado presidente de Bolivia dejó un mensaje dirigido a toda la región y, en particular, a quienes propiciaron el golpe: “Mientras tenga la vida, seguimos en política. Mientras tenga la vida, seguimos en la lucha”.
“Estamos seguros de que los pueblos tienen todo el derecho de liberarse”, agregó Evo. “Pensé que habíamos terminado con la opresión, la humillación, pero surgen otros grupos que no respetan la vida y menos a la patria”.
El viaje de Evo hacia México fue complicado: el avión que lo trasladaba debió alterar su ruta habitual para no sobrevolar Perú y Ecuador, ya que sus gobiernos se negaron a que atraviese sus respectivos espacios aéreos.