Cambiemos va terminando sus desastroso ciclo económico. Los datos sobre el consumo popular son una prueba. Pese a que 2019 muestra un repunte respecto de 2018, las ventas de vino están muy lejos de las marcas de antaño.
La población dejó de comer carne, de tomar leche y, también, de beber vino. Así lo muestras las cifras oficiales del Instituto Nacional del Vino, que señalan que en en la comparación del acumulado de enero a octubre –último dato disponible–, las ventas de vino cayeron 15,16% respecto de 2015. No es el fondo del pozo, 2018 fue peor. De hecho, comparando iguales períodos, en 2019 hubo un repunte de 2,98% respecto del año pasado.
Por supuesto, las cifras no alcanzan para celebrar. El año pasado fue el de menor consumo de vino de la historia, luego vendrá el 2019 y después 2017 y 2016. Es decir: Cambiemos registrará los cuatro años de menor consumo de vino desde que hay registro.
En la comparación del último dato disponible, octubre, las ventas de vino al mercado interno marcan un alza del 7,04% respecto de octubre de 2018. Nuevamente, si se compara con 2015, en octubre de 2019 se vendió un 20,7% respecto de lo que se vendía durante el gobierno anterior.