El 5 de diciembre habrá elecciones en el Colegio de Abogados. La lista Abogacía en Acción Gremial impulsa a Mariela Fregona, que podría ser la primera presidenta en la historia del organismo.
El próximo 5 de diciembre habrá elecciones en el Colegio de Abogados. Competirán dos listas: Abogacía en Acción Gremial, encabezada por Mariela Fregona, y Colegio Somos Todos, liderada por Andrés Abramovich. A días de los comicios, Pausa dialogó con Mariela Fregona, quien podría convertirse en la primera presidenta en la historia del organismo.
La candidata manifestó que, entre sus principales propuestas, se encuentra la de generar capacitaciones al interior del Colegio, en pos de dar cumplimiento a la Ley Micaela. La norma establece que el organismo de aplicación -el Instituto Nacional de las Mujeres o la Subsecretaría de Políticas de Género, según el caso- deberán articular con los Colegios de Abogados a fines de brindar las capacitaciones obligatorias a los agentes estatales.
"Invitamos a toda la matriculación a que se acerque a votar" indicó Fregona. "Uno de los desafíos que tenemos es tratar de convocar el mayor número de matriculados y matriculadas posible para que realmente se sientan parte de un Colegio. Desde Abogacía en Acción Gremial queremos recuperar ese rol social que tiene que tener un colegio dentro del estamento social", aseveró. Fregona habló además de promover una gestión plural, inclusiva y con capacidad de diálogo.
—¿Cuáles serían las características de ese rol social que propone Abogacía en Acción Gremial?
—Dentro de lo que hace a esta materia tenemos la confluencia de algo muy interesante, que tiene que ver con la sanción a nivel nacional de la Ley Micaela y la adhesión que hizo la provincia de Santa Fe. ¿Qué tiene de particular esto? Que establece como órganos capacitadores en todo lo que hace a la capacitación con perspectiva de género a los colegios de abogados y a otras instituciones afines. Es decir, nos da la posibilidad de que nos ocupemos de esa capacitación, que es tan importante para interpelar y remover ciertos prejuicios. Una de las primeras medidas que queremos tomar es justamente capacitarnos a cada una y cada uno de los que componen el Directorio del Colegio y también extender esa capacitación a la Caja Forense y a la Caja de Jubilaciones. Y por supuesto inmediatamente ponernos a trabajar, de hecho ya lo estamos haciendo, con el Ministerio de Desarrollo Social para ver de qué manera llevamos adelante esa capacitación, porque estamos hablando de algo a nivel provincial. Es un desafío que no queda reducido al Colegio de la Primera Circunscripción, que es el de Santa Fe, sino a los cinco Colegios de la provincia.
—¿Qué otras articulaciones implica?
—Esto requiere una articulación desde lo público, desde lo intermedio, incluso por qué no desde lo privado. De hecho muchas veces las empresas pueden ser vanguardistas en este tipo de cuestiones y uno ve que han cambiado y comienzan a incorporar esta realidad y empiezan a capacitarse en materia de género. Las propuestas son válidas: tienen que ver, insisto, primero ante todo con capacitarnos a nosotras y nosotros mismos. También tenemos por suerte en el Colegio de Abogados el Instituto de Derechos de la Mujer. Allí hay gente muy valiosa que se ha capacitado en materia de género. Nuestra propuesta es justamente articular con el Ministerio de Desarrollo Social y el Instituto de la Mujer, que, entiendo, están en condiciones de comenzar con esas capacitaciones. Hay que tener una mirada un poquito más amplia y también pensarse como capacitadores en los ámbitos privados. Me parece incluso una fuente de trabajo muy interesante dentro de lo que es nuestra profesión. Así que una de las primeras cosas que vamos a hacer a principio de año será convocar a aquellos y aquellas colegas que tengan el deseo de convertirse en capacitadores. Hay muchos interesados, y no hay que olvidar que la norma indica que es el Colegio quien debe brindar las capacitaciones. En eso estamos trabajando, dar una respuesta satisfactoria y progresiva. La capacitación en violencia de género consiste en demostrar que hay un poder desigual respecto del varón y de la mujer, y en ver cómo se remueve eso para equiparar a una con los otros en todas las relaciones de la vida.
—¿Qué significa Abogacía en Acción Gremial?
—Cuando decidimos abrir este espacio, con el Dr. Ávalos en primer lugar, entendimos que nos habían convocado para que fuéramos el gremio de la abogacía. Y sentíamos que el Colegio había perdido ese rol de una acción gremial efectiva, que no se quedara solamente en una simple nota o llamado telefónico, sino que tomara medidas concretas ante cosas que veíamos que no estaban funcionando. Eso nos llevó a advertir que dos tercios del padrón no votaba. Lo cual significa que hay dos tercios de mis colegas que no se sienten para nada identificados, representados, contenidos, defendidos por su Colegio. Indudablemente el Colegio nunca les habrá dado una respuesta o hecho algo que los llevara a acercarse. Entonces uno de los desafíos comenzó a ser abrirlo, en el sentido de la inclusión de todos los roles que la abogacía te permite. Queremos que sea un colegio proactivo, que considere todos los ámbitos de la profesión.
—¿Por ejemplo?
—Hablamos de la abogacía preventiva, de la resolución alternativa de los conflictos, de aquellos profesionales que quieren ser asesores o que trabajan de asesores, a los abogados del Estado, que tienen problemáticas propias. También del destrato que sufren, en ciertas ramas del derecho, por ejemplo en el derecho penal, donde realmente se encuentran muy maltratados. El Colegio tiene que estar ahí defendiéndolos, de cuerpo presente. Es decir: hay que ir donde se los maltrate y acompañarlos. Y aquella colega que también sea víctima de violencia institucional, ir y acompañarla. Es decir: un Colegio presente. Empezamos a recorrer el interior porque entendimos que los colegas del interior tienen otra realidad: la distancia. Hoy la distancia se traduce en dinero. Ese colega necesita que su colegio advierta que tiene un sobrecosto, y ver de qué manera lo compensa. Porque paga el mismo costo de aportes, de boletas, pero además tiene esos gastos extras que quienes vivimos en Santa Fe no tenemos. Entonces hay que garantizar la gratuidad de las capacitaciones de esos colegas. Lo mismo con los jóvenes, que es otro sector que nos interesa especialmente. En ese sentido hicimos un giro copernicano: antes los adultos pensábamos cosas para los jóvenes. Desde Abogacía en Acción Gremial se decidió que los jóvenes piensen ellos mismos qué quieren. Además, por primera vez con esta lista, van a tener voz y voto en el directorio, y uno de los cargos más importantes, que es el de la Secretaría. Ese es un voto de confianza a la juventud. Más allá que dentro de la lista tenemos gente con mucha experiencia. Esa gente que ha sido referente de generaciones y generaciones de colegas y también está formando parte de la lista.
—¿Cuáles son las otras propuestas?
—Son muy variadas. Tiene que ver con las capacitaciones: establecer tres niveles de capacitaciones transversales con un primer módulo gratuito. Informática, comunicación interpersonal, capacitación para los procedimientos orales donde va a ser necesario que sepamos expresarnos correctamente desde la oralidad. En los otros niveles, aunque no sean gratuitos, brindar modos de financiamiento para que la capacitación de las y los colegas no dependa de su bolsillo. No podemos anclar la excelencia profesional al bolsillo de cada una y cada uno de nosotros. Esos son los objetivos en común de Abogacía en Acción Gremial. Otra propuesta tiene que ver con revisar los gastos: en qué se invierte, en qué no. También pensar en ámbitos de acompañamiento, reactivar institutos y comisiones para que comiencen a funcionar colaborativamente. Sumar a nuestras altas casas de estudios: tenemos dos universidades muy buenas y hay que sumarlas para poder trabajar en conjunto. Pensamos además en soluciones económicas. Este año más de cien colegas han dado de baja su matrícula. Urge comunicarnos con ellos y preguntarles qué les ha pasado y qué podemos hacer. Buscamos lograr que se cumpla lo que la Ley Arancelaria establece respecto a nuestros honorarios. Por último, considero que tenemos que retomar el tema del Consejo de la Magistratura, que es algo que quedó en el olvido. Tenemos que apuntar a lograr que sean designados jueces y juezas muy capaces. Para eso, el Consejo de la Magistratura tiene que funcionar y ser ley. Es algo inmediato a lograr.