Ni siquiera se salvan con las compras estatales para la campaña electoral. Las ventas de lácteos caen respecto de 2018, sumando cuatro años de retroceso. Actualmente, la salida de leches fluidas está 4,95% abajo de 2018 y 20,48% abajo de 2015. Uno de cada cinco argentinos dejó de tomar la leche.
Según Agroindustria de la Nación, las ventas de leches y lácteos están en su piso. También se ha dejado de consumir en buena medida el yogur. Pese al ascenso típico que el sector refleja durante los períodos de campaña electoral –que se observa en las cifras de agosto y que se verá también en los datos de octubre–, la malaria es tal que 2019 ni siquiera alcanzará a equiparar a 2018. Así, el gobierno de Cambiemos ostenta el récord de cuatro años de caída continua, cada vez peor, en las ventas de lácteos y leche.
En concreto, en septiembre –último registro disponible– las ventas de leche cayeron 4,75% respecto del mismo mes de 2018 (20,48% de retracción en comparación con septiembre de 2015). La baja acumulada durante todo el año es de 4,95% en comparación con el mismo período de 2018 y de 17,87% respecto del mismo período de 2015. Si se consideran todos los lácteos (sumar los quesos, el dulce de leche, el yogur, la crema y más), en septiembre la caída fue de 6,32% respecto de 2018 (18,77% respecto del mismo mes de 2015). En el acumulado de los 10 meses transcurridos la merma llega a 6,76% respecto de 2018 y 13,34% respecto de 2015.
Cabe destacar que la leche fluida explica el grueso del consumo de lácteos. Hay fenómenos específicos que merecen destacarse. Los quesos más consumidos –de pasta blanda– registran un aumento de ventas continuo desde 2015 a la fecha. El dulce de leche sube y baja durante los años, hoy se encuentra 4,5% por debajo de 2018 pero 2,17% por encima de 2015. El yogur, uno de los sustitutos premium de la leche, hoy está 11,11% abajo de 2018 y 18,65% abajo de 2015.