En 2015 Macri prometió que no iba devaluar, pero en cuatro años el dólar aumentó 535%.
Daniel Scioli en el Paraninfo de la UNL miraba desde abajo a Alberto Fernández, esperando el momento. Sabía que su presencia tenía una razón, fue a colaborar con el triunfo del Frente de Todos. Su razón era una sola: el dólar y la inflación. Cuatro años atrás, la desesperación de Daniel Scioli años se veía en la pantalla. “Van a devaluar”, repetía. Macri respondía con sus mentiras. Y se atrevía a decirle a Scioli que él pertenecía al gobierno que más devaluó en el mundo. Así como antes señalaba que la inflación era la prueba de “la incapacidad para gobernar”.
Entre 2003 y 2015 el dólar subió un 236%, de casi $3 a $9,75. Macri dejó el dólar arriba de $62, redondeando en cuatro años una devaluación de 535%. La inflación batió récords en 2016, 2018 y 2019. La de los últimos dos años es la más alta desde los tiempos de la híper. En 2018 salió a “hablarle a los mercados” en una suerte de cadena nacional y provocó una estampida. En 2019 prefirió la “devaluación castigo”, después de caer en las primarias. Sin margen, volvió el cepo, potenciado: 200 dólares hoy contra los 2000 que se podrían comprar mensualmente en 2015.
Muchos no le creyeron a Daniel Scioli en su momento, pagaron con su miseria. Scioli estuvo sentado en ese primer debate presidencial sólo para recordarle una cosa a los votantes: que sí los pudieron tomar por boludos.