El PBI del tercer trimestre de 2019 es menor que el del tercer trimestre no ya de 2018, el año pasado, sino del 2014. Una feroz demolición de la economía nacional que se explica sobre todo por la caída del consumo interno. Desde 2015, la caída total es de 4,9%.
A días de 2020 podemos calcular con precisión cuál fue el daño del modelo Cambiemos: media década perdida. El Producto Bruto Interno al tercer trimestre de 2019 acumula en el año una baja de 2,5% respecto de 2018. Pero, sobre todo, se encuentra por debajo del tercer trimestre de 2014. Así se achicó la economía nacional por acción del modelo impuesto durante el gobierno de Mauricio Macri.
En 2016 la economía cayó un 2,1%, en 2017 supuestamente subió un 2,7% –habrá que dar ese dato como válido– en 2018 cayó 2,5% y ahora lleva una merma también de 2,5%, hasta septiembre. Desde 2015 la economía cayó un 4,9%, si se compara el tercer trimestre de 2015 con su equivalente de 2019. El dato puede ser peor cuando estén las cifras del 2019 completo. Desde el segundo trimestre de 2018 las caídas interanuales de la economía son continuas.
El desastre es todavía peor para la población. El consumo privado –todo lo que compra la gente– cayó desde 2015 un 8%. Es una cifra sideral. Literalmente significa que, más o menos, una persona de cada diez dejó de consumir no carne o autos o libros o papel higiénico, sino todo. Más o menos una persona de cada diez dejó de consumir todo. O dicho de otra forma: dejaste de comprar cosas durante 36 días del año. Es decir: durante todo un mes no consumiste nada.
La inversión, eso que iba a llover, es ahora un 15,5% menor que en 2015. Nadie pone un mango en nada. La inversión nunca llegó. Era tan obvio que hasta pudimos predecirlo en 2016.
Puntualmente, se debe destacar que la caída vertical en la inversión de equipamiento de transporte. En el tercer trimestre de 2019 cayó la inversión en transporte un 52,6% en comparación con 2015. No representa tanto sobre el total de la inversión, pero sí es una cifra significativa para comprender cuánta verdad había en el gobierno que proclamaba trenes y rutas por todos lados. También esa cifra es un llamado de atención sobre el estado del material rodante que circula por el país.
Respecto del consumo público –el gasto que hace el Estado en todos sus niveles– la caída en la comparación 2015 a 2019 es de 3,7%. Esto es: quienes más pagamos el ajuste somos los argentinos. El Estado también se ajustó, mucho y se nota, pero no perdió tanto como el consumo privado.
Los únicos que tuvieron beneficios fueron los exportadores. Desde 2015 para acá, las exportaciones aumentaron un 10,6%, mientras que las importaciones cayeron un 7,6%. Exportamos muchísimo más, pero el país es muchísimo más chico y tu consumo es mucho peor. Como se ve, la salida no es solamente hacia fuera sino que antes, y sobre todo, hacia adentro... de tu bolsillo.