Sin políticas públicas no hay Ni Una Menos; la ausencia del Estado es un factor determinante.
“¡Bajamos los femicidios un 12,1%!”, anunció con emoción en sus redes sociales Patricia Bullrich, la entonces ministra de Seguridad de la Nación, a principios de noviembre. “De 313 femicidios que hubo en 2017 bajamos a 275 en 2018, estamos muy contentos”, señaló en el video que acompañaba la publicación.
Pensar que un gobierno que durante cuatro años tuvo como eje de sus políticas en seguridad la mano dura, que dejó al 40% de la población bajo la línea de pobreza y una tasa de desempleo del 24% para las mujeres jóvenes, pueda haber mejorado en algo la vida de las mujeres es, como mínimo, de una inocencia preocupante.
En efecto, los números celebrados por Bullrich no eran correctos. Estos datos, extraídos de un informe que Seguridad realizó con la Defensoría del Pueblo de la Nación y el Sistema Nacional de Estadística Criminal, no coinciden –y por mucho– con los que publicó en junio la Corte Suprema de Justicia. Durante el gobierno de Cambiemos hubo 1.346 femicidios/transfemicidios: 235 en 2015, 254 en 2016, 251 en 2017, 278 en 2018 y 328 casos en 2019.
Los datos en Santa Fe
El Ministerio Público de la Acusación dio un importante paso en la sistematización y análisis de femicidios en la provincia. En noviembre el organismo presentó su primer informe acerca de muertes violentas intencionales de mujeres y femicidios. La información se confeccionó a partir de la triangulación de datos en una mesa de trabajo en la que participan representantes del MPA y de los ministerios de Seguridad y de Salud.
El equipo del MPA analizó 228 legajos de mujeres muertas en la provincia y en cada caso se aplicaron los protocolos nacionales e internacionales para detectar elementos de violencia de género en esas muertes. De allí se desprende el dato de que 91 mujeres cisgénero y 6 mujeres trans murieron por motivos de violencia de género entre el 1 de enero de 2014 y el 31 de diciembre de 2018 en la provincia de Santa Fe.
El informe también muestra que la tasa de femicidios fue en aumento desde 2015 (0.68 cada 100 mil mujeres), teniendo su pico en 2017 (1.57) y marcando un leve descenso en 2018 (1.23). En la comparativa nacional, según los registros de la Corte Suprema, en 2017 y 2018 las tasas fueron de 1,1 femicidio cada 100.000 mujeres para Argentina, es decir, los porcentajes fueron mayores en nuestra provincia.
Pero las diferencias también se dan dentro del territorio santafesino: la tasa en el departamento La Capital resulta más elevada que la de la provincia. En 2017, mientras la media provincial fue 1,57, en La Capital ascendió a 3,6, casi el doble.
Santa Fe también presenta características particulares a la hora de analizar la edad de las víctimas: mientras el informe de la Corte reporta que en 2018 el 25,9% de las víctimas en Argentina eran menores de 25 años y el 14,1% eran mayores de 60 años, en la provincia de Santa Fe, en el mismo período, se registran acumulaciones más importantes en los dos extremos de la pirámide de edad: el 31,8% de los femicidios tuvieron víctimas menores de 25 años y el 31,8% de las mujeres muertas en femicidios eran mayores de 60 años.
Respecto de la ocupación laboral al momento de los femicidios, el 14,4% se encontraban sin ocupación y el 16,5% tenían empleos informales. Estos datos, sumados a los presentados en relación con el nivel educativo, refuerzan la idea de una cierta precariedad en las víctimas desde el punto de vista social y económico, que alcanzaría casi a la mitad de las víctimas (45,4%).
Lucha y memoria feminista
El año comenzó con un femicidio que convulsionó a buena parte de la provincia: el 13 de enero el cuerpo de Agustina Imvinkelried, una joven de 17 años que no había vuelto a su casa luego de salir a bailar en Esperanza, fue hallado por los bomberos que realizaban su búsqueda. En la capital provincial, durante 2019, la violencia machista también se cobró las vidas de Carla Morel, Verónica Ramírez, Valentina Escalante, Rocío Serrano, Cecilia Burgadt y Ana María Alurralde.
El domingo 3 de noviembre, por iniciativa de un grupo de integrantes de la Mesa Ni Una Menos de Santa Fe que en 2018 comenzaron a cuestionar las representaciones de las mujeres en la Costanera santafesina, quedó inaugurado un Memorial a las Víctimas de Violencia de Género, en el cual se recuerda a 29 mujeres, travestis y trans asesinadas por motivo de género en nuestra ciudad, entre junio de 2015 y junio de 2019.
La obra se titula Seremos como la gota que cae mil veces sobre la piedra, palabras enunciadas por la madre de Lucía Pérez luego de conocer la absolución de los imputados por el femicidio de su hija. “Parece que a esto hay que hacerlo despacito, y no hay que hacerlo despacito. Hay que hacerlo en voz alta y que toda la sociedad se implique. Eso es lo que dispara el espacio público”, señalaba Mabel Busaniche. “Estas mujeres, travestis y trans murieron porque existe una cultura, un poder, una justicia, una ciudad absolutamente insegura, hostil y violenta en lo material y simbólico con las mujeres, travestis y trans” argumenta, y enfatiza: “Con este memorial tratamos de romper la ceguera de una ciudad que no nos ve”.