Desde 2015, las ventas de lácteos cayeron todos los años: en la comparación, hoy las ventas de todos los lácteos están 14% abajo respecto de 2015, en leches fluidas la diferencia llega a ser de 17,4%. En la comparación con 2018, la merma fue de 5,6% en general y 3,9% en leches fluidas.
El paso de Cambiemos por el gobierno nacional dejó un bolsillo popular en ruinas. Los datos sobre ventas de lácteos del Ministerio de Agricultura así lo muestran. Según los últimos datos, en el último año las ventas de lácteos cayeron un 5,6% en todo el año, en comparación con el 2018. La diferencia respecto con 2015 llega a ser del 14%. El producto insignia del sector, las leches fluidas, registraron una caída de 3,9% en la comparación 2019 y 2018, que alcanza el 17,4% si la comparación es entre 2019 y 2015.
No hubo un solo año bueno desde 2015. En 2016 la caída interanual en las ventas de lácteos fue de 3,4%, en 2017 llegó a 0,8%, en 2018 fue de 4,8% y, finalmente, en 2019 se dio la caída más fuerte, de 5,6%. En las leches fluidas fue igual: 2,6% para abajo en 2016, 8,6% en 2017, 3,4% en 2018 y 3,9% en 2019.
La única noticia positiva es que después de once meses seguidos de merma en las ventas de leche, hubo cifras positivas en noviembre (1,12%) y diciembre (0,29%). No alcanza para marcar tendencia en nada, aunque habrá que ver cuál es el impacto –sobre todo a partir de febrero– de la introducción de la Tarjeta Alimentar.
El bajón se registra en general en todos los productos del sector, con la excepción de queso blando, cuya merma se puede medir en términos relativos: en 2019 se vende casi lo mismo que en 2015, como si no hubiera pasado el tiempo. Particularmente se nota la crisis de consumo en las ventas de yogurt, que en el último año cayeron 8,7%, para quedar un 19,1% abajo de 2015.