Los datos provienen del monitoreo realizado a nivel nacional por MuMaLá (Mujeres de la Matria Latinoamericana).
Según el Registro Nacional de Femicidios del Observatorio “Mujeres, Disidencias, Derechos” de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), hubo en Argentina un femicidio cada 32 horas desde que comenzó 2020. Desde el 1 de enero al 26 de febrero de este año se registraron 43 femicidios, 39 de los cuales fueron directos y los cuatro restantes fueron vinculados (es decir, el asesinato de una persona cercana a la víctima para infringirle un daño). La organización feminista también informa que hubo 32 intentos de femicidios y siete muertes en proceso de investigación, de las cuales aún se esperan autopsias y peritajes. Las activistas reclaman políticas públicas para erradicar la violencia de género.
Siempre según los datos brindados por MuMaLá, el 52 % de las víctimas asesinadas en lo que va de 2020 tenía entre 19 y 40 años. El 23% había denunciado a su agresor, el 12 % tenía restricción de contacto o medida perimetral y el 2% tenía un botón de alerta. Debido a los crímenes registrados, 57 niñas, niños y adolescentes se quedaron sin madre.
Con respecto a los femicidas, el 44% convivía con la víctima. El 19 % se suicidó, el 7 % lo intentó; el 9 % está prófugo. El 9 % asesinó a más de una víctima. El 2 % pertenecía a alguna fuerza de seguridad.
El 50% de los femicidios vinculados (cometidos con el fin de ocasionarle un daño irreparable a la mujer, o que circunstancialmente estaban en el hecho violento), eran niñes y adolescentes de entre 0 y 15 años. Tal como el caso del niño asesinado en Puerto Deseado.
En el 42 % de los crímenes, el vínculo entre la víctima y el victimario era de pareja. El 26% de los agresores eran ex parejas. Un 17% eran familiares. Un 2% eran conocidos y un 9% desconocidos. No hay datos al respecto sobre el 4% de los hechos.
En cuanto al lugar donde se cometió el femicidio, en el 31% de los casos ocurrió en la vivienda de la víctima y el 34 % en la casa que compartían con el victimario. En 12 % los hechos se produjeron en la vía pública y en un 7 % en descampados; un 10 % en la vivienda del femicida, un 5 % en propiedad privada y un 7 % en la vivienda de un familiar.
Una vez publicados los datos, desde MuMaLá insisten con la declaración de la emergencia en violencia de género, la implementación de la Educación Sexual Integral de manera transversal y la aplicación efectiva de la Ley Micaela de capacitación obligatoria en género y violencia de genero en todos los ámbitos del Estado.
"Identificamos la violencia de género en general, y los femicidios en particular, como una problemática sistémica, históricamente arraigada, que demanda soluciones integrales por parte del Estado, por lo cual también aguardamos expectantes el programa y el presupuesto asignado para tal fin por parte del actual gobierno nacional", manifiestan desde la organización. "Es necesario un Estado activo que aporte recursos hacia la construcción de masculinidades no violentas", consideraron.