Se trata de una iniciativa presentada por Barrio 88 en el Concejo. La misma recupera las voces de vecinas y vecinos del barrio, que desean formalizar los nombres con los que ya identifican a sus calles.
Se presentó esta semana un proyecto de ordenanza en el Concejo Municipal para nombrar las calles de Villa Oculta. Su autor es el edil Guillermo Jerez, representante de la banca de Barrio 88. "La iniciativa surgió de las vecinas y vecinos del lugar, a quienes acompañamos durante un mes y medio para lograr la redacción de un proyecto que refleje su deseo de formalizar los nombres con los que ya identifican sus calles", indican desde ese bloque. Son siete los caminos que serán nombrados: las palabras elegidas aluden a la historia y al sentir del barrio.
"Los nombres fueron elegidos por la gente del barrio y representan la historia y los valores de Villa Oculta", explican desde Barrio 88. "Esperamos que, cuando sea tratado en sesión, las concejalas y concejales apoyen el proyecto, ya que no sólo redundará en reforzar el sentido de pertenencia de las personas que viven en este barrio del oeste santafesino, sino que la falta de nominación de las calles impide el acceso a servicios básicos y fines postales", manifiestan.
En la actualidad, Villa Oculta cuenta con número de lote y letras por manzanas, clasificación que también se logró a través de la organización de vecinas y vecinos.
Los nombres elegidos
Las vecinas y vecinos del barrio Villa Oculta propusieron los siguientes nombres para sus calles.
Padre Atilio Rosso: Integrante del movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo. En 1985 funda el Plan de Los Sin Techo, por lo cual el Senado de la Nación declaró su “reconocimiento y beneplácito” por su tarea solidaria. El Movimiento Los Sin Techo es una organización no gubernamental que trabaja para el desarrollo integral y la organización comunitaria de sectores marginados de la Ciudad de Santa Fe. Artífice de un sinnúmero de mejoras urbanas y culturales en el barrio, ha crecido y mejorado en todo sentido su calidad de vida, su urbanidad y progreso educativo, cultural y de atención de la salud.
Los Alisales: Después de la inundación de 2003, la calle fue tomada por numerosos alisos, árboles que no sólo propiciaban un paisaje más bello, sino que además sus troncos se utilizan en la construcción popular de viviendas. A pesar de que hoy en día esos árboles no existen más, en el barrio recuerdan a esa calle como uno de los espacios más hermosos del lugar.
Fe: Refiere a la confianza en la bondad, los valores de la vida, la creencia y esperanza por parte de las vecinas y vecinos del barrio.
Las Piedras: Remite a los primeros años de vida del barrio, donde Juan Fernández, vecino de allí, se encargó de acondicionar la calle para que la misma pudiera ser transitada, cubriendola de piedras.
La Palmera: Hace referencia a la calle de entrada, en la cual puede observarse la presencia de una palmera de más de 80 años de antiguedad, que hoy en día es un punto de referencia.
Jorge Moncada: Catequista y misionero de la Parroquia San Pedro, gran colaborador e impulsor de mejoras culturales, sociales y educativas dentro del barrio.
Pasaje Libertad: Refiere a la capacidad de las personas de actuar en la vida según sus valores, criterios, razón y voluntad.
Pasaje Don Nono: Recuerda a Don Cardozo, uno de los primeros vecinos que vivió en el barrio. Asimismo, las calles denominadas J. B. Azopardo, Padre Quiroga y A. Aguado, son la continuación de las calles con idénticos nombres del Barrio Estrada. Al igual que el Pasaje Liberación y las calles denominadas Justicia y Pasaje Giacchino son continuación de las calles del barrio Villa del Parque.