Vecinos y vecinas de la comunidad Qom de Las Lomas y Santo Domingo cuentan cómo fallaron los niveles superiores del sistema de salud en la detección y el tratamiento de un caso positivo de coronavirus. El desconocimiento sociocultural y falta de reacción, en un cóctel que puede resultar en un barrio sumido en un contagio generalizado.
—No salimos, pero hay familias de la comunidad que no tienen nada. Estamos tomando agua nomás. No tenemos nada, estamos con hambre y no podemos salir. —dice Pablo Pérez, referente de la comunidad Qom de Santo Domingo.
Lo que iba a ser un encuentro religioso terminó en una situación sanitaria que colapsó a ese barrio y a Las Lomas: dos territorios cercanos que comparten la presencia del pueblo Qom en nuestra ciudad. Dos colectivos llegaron de Chaco el 13 y el 14 de marzo para asistir a una celebración que realizan desde hace ocho años, y que estaba programada para el viernes 13. En la festividad hubo también gente de Rosario; estiman que en total hubo más de 120 personas.
Los contingentes chaqueños debían retornar el domingo 15 a la tarde, pero uno de los grupos no consiguió juntar la plata para el regreso. En ese grupo estaba Isabel, junto a otras personas se quedaron en Santo Domingo, en casas de conocidos. Todos estaban en buen estado de salud, incluso fueron a vender sus canastos artesanales al centro de la ciudad. El 17 de marzo, el gobernador Capitanich anunció el cierre de fronteras provinciales: Chaco contaba con 11 casos confirmados.
El viernes 20 –el primer día de la cuarentena obligatoria– Isabel empezó a tener síntomas respiratorios. “Como ella se sentía mal le pusieron oxígeno y la doctora Mendoza la atendió. En ese momento había sospechas y la doctora empezó a llamar al 0800. Ella empezó a hacer el protocolo, pero no le dieron bolilla y no vinieron a buscar y a internar a Isabel ese mismo día. Entonces la mandaron de nuevo a la casa”, cuenta una traductora de la comunidad.
—¿Por qué no le daban bolilla?
—Porque decían del 0800 que no había sospechas en todo lo que ella dijo. Entonces no la vinieron a buscar. La doctora Mendoza le dijo a la pacienta que vuelva a su casa y que ella intentaba hacer todo lo posible para que le puedan hacer el hisopado. La doctora y los otros médicos empezaron a llamar para intentar hacer lo posible para que ella pueda tener el hisopado y los resultados.
—¿La señora estuvo con barbijo esos días?
—No. No tenían barbijo, nada. Ni yo tenía barbijo, porque no sabíamos. En unas horas sí tuvimos, el personal sí tenía barbijo. Apenas dijo la doctora que había una sospecha ahí empezamos a ponernos barbijo. Pero la gente que estaba afuera en el centro de salud, porque de a dos o tres personas dejaban entrar entonces aquellas personas que estuvieron afuera estaban sin barbijo.
Eusebio Cabrera, referente de la comunidad qom en Las Lomas, contó que, al saber la situación de la mujer, se comunicó con el representante de la comunidad del Hospital Iturraspe, Mariano Figueroa. “Mariano en un principio cuando se enteró de que llegó gente del Chaco le habló a un tal Roselli y le dijo ‘mire Roselli que hay dos colectivos que llegaron del Chaco, están en tal barrio, sería bueno intervenir y revisar la gente para tranquilidad de ellos’, pero no le hicieron caso. Por eso yo le dije, cómo puede ser que no le hagan caso si usted está en el tema de salud”, recuerda Cabrera.
Cabrera y los vecinos de Las Lomas y Santo Domingo venían siguiendo el avance de la situación sanitaria por los medios. Cuando se enteraron de un caso sospechoso en la zona, empezaron a pedir intervención: “Me dieron el número gratis pero nunca te atienden”, cuenta el referente. “Y la doctora también, hizo lo posible, llamó a ese número gratis para que vengan a buscar a la persona pero parece que tampoco le hicieron caso”, agrega. “Yo ese día quería que apareciera la gente de seguridad, porque anda la gente como si nada. No sólo la gente de la comunidad, los vecinos criollos también”, manifiesta.
Al otro día, el sábado 21, por la insistencia de los profesionales del Centro de Atención Primaria de la Salud de Las Lomas consiguió que se activara el protocolo. Al mediodía le realizaron el hisopado a Isabel. “Cuando llegamos al domicilio los chicos del laboratorio no querían que yo esté presente, que me acercara. Isabel me dijo ‘Yo necesito que vos estés presente’ porque no sabe ella expresarse y no sabían las cosas que le iban a hacer. Pero yo no pude acercarme”, cuenta la traductora. La negativa de los trabajadores es en sí una falencia que niega los derechos del paciente de una mujer que no habla español y que no pudo contar con su intérprete en ese momento.
Era el mediodía del sábado. “A la tarde me enteré de que la echaron, la persona dueña de casa empezó a decirle a Isabel que se vaya de ahí porque ella tenía esa enfermedad”. Entonces Isabel se fue a la iglesia, en el galpón donde estaba la demás gente que quedó de Chaco. Allí la fue a buscar Maribel Pérez, esposa del referente Pablo Pérez. La familia Pérez alojó a Isabel hasta que, una vez conocidos los resultados, fueron a buscarla.
“El martes 24 me llama el doctor Fabián Mendoza, del Cemafe. Dice que los análisis estaban hechos y que le dio positivo. Eso es lo que me dijo, y me dijo que me tranquilizara y que no esté comentando el tema para no entrar en pánico a la gente”, relata la traductora. A las mujeres les comunicaron que la buscarían al otro día a las siete. Desde las siete de la mañana Isabel y quienes la cuidaban esperaron la ambulancia, que terminó llegando a las siete de la tarde. 24 horas después de que fueron notificados del resultado positivo.
Maribel Pérez, que alojó a Isabel en su casa, tenía síntomas de fiebre y tos pero, al atardecer del miércoles, no quiso ir para hacerse el hisopado y todos los estudios. “Ella me dijo que no tenía movilidad para volver al barrio, además ya era tarde y tenía una hija de dos años que no quería dejar sola”, explica la traductora. Hasta el mediodía de hoy, todavía no se había hecho ningún control en el barrio, según el testimonio del referente Qom Pablo Pérez.
Caso Las Lomas: «El viernes Chaco no era un lugar de riesgo por eso no se activó el protocolo»
“Acá me llama una vecina porque el marido tose mucho, y llamé al Ministerio de Salud, pero hasta ahora no pasó nada. Nos dicen no salgamos, pero tienen que venir los médicos. Hasta ahora no apareció nadie. Tenemos miedo porque capaz es coronavirus y hasta ahora nada” afirma Pérez.
Cuarentena con hambre
La cuarentena no se experimenta igual sin comida en la heladera, si vivís con lo justo, si trabajás al día. “Me gustaría denunciar que el Ministerio de Salud no está cumpliendo. Ellos llaman, dicen que se va a solucionar pero es todo mentira. Todos están fallando. Le dicen a la gente que no salgan y estamos con hambre. A la Municipalidad también le pedimos, ayer nos trajeron dos bolsones y tienen un kilo de harinas, fideos, lentejas, puré de tomate, azúcar y yerba. ¿Esto alcanza para nueve personas? ¿Alcanza un kilo de harina para seis chicos?”, cuestiona Pablo Pérez.
“Hacer cuarentena es imposible porque la comunidad en la que vivimos no podemos aislar a una persona, porque vivimos dos o tres familias en una casa. Ese es el problema. Y la gente no puede salir y estamos también con el tema de cómo darle ellos alimentos a los chicos. Porque algunas mujeres son artesanas, pero no pueden salir a vender su artesanía”, dice por su parte la traductora.
“Acá en mi barrio ya ayer o anteayer hay dos familias que me reclamaron fuerte, que no hacemos nada. Yo hago siempre lo posible, me comunico con la gente que corresponde a los pedidos. En la Municipalidad tenemos una Comisión de Asuntos Indígenas donde tenemos contacto continuamente. Pero hasta hoy nada, solo trajeron dos bidones de alcohol en gel. Recién ahora se está organizando, creo que hoy llega un camión a repartir la mercadería para cada familia. Pero en estos días que pasó la gente se arregló como pudo”, finaliza Eusebio Cabrera.
Es una transgresión flagrante
al Convenio Nro. 69 de los "Pueblos Indígenas y Tribales" de la OIT, que están llevando a cabo estas nuevas autoridades provinciales. Empezando por la indiferencia manifiesta ante el pedido de atención con un caso de Covid 19, como la negación al derecho de contar con un intérprete en su lengua materna, de quien no habla el idioma dominante (castellano) para expresar sus síntomas y comprender el diagnóstico y tratamiento.
Los pueblos indígenas en la provincia de Santa Fe, tienen que ser abordados desde una perspectiva intercultural, revitalizando sus saberes y reivindicando sus derechos fundamentales, porque tienen una identidad preexistente y autopercibida, y no merecen ser tratados como un pobre más, de la gran masa de excluídos sociales.