La idea surgió de un taller de costura ante las necesidades del sistema de salud. Desde el hospital aportan los materiales y las voluntarias trabajan en sus casas. “Necesitamos que jueguen este partido con nosotros”, les pidió el director del Cullen, Juan Pablo Poletti.
Un grupo de costureras solidarias de Santa Fe, autoconvocadas por redes sociales, están confeccionando barbijos para ser destinados al Hospital Cullen, en medio de la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus.
La idea surgió de un taller de costura y prendió rápido. Enseguida comenzaron a coordinar tareas con las instituciones que forman parte del Consejo de Salud del Hospital Cullen, iniciaron una campaña por redes sociales y WhatsApp para generar una red de costureras y se armó un equipo de trabajo que ya se encuentra abocado a la confección de barbijos.
“Como la ayuda es muy necesaria, empezamos a buscar costureras y personas que tienen máquinas de coser, que sepan usarlas y que se animen a hacer esto que es bastante fácil”, contó Julia, coordinadora de un taller de costura que funciona en barrio Sur.
Los barbijos se hacen con una tela hemorepelente que resiste procesos de esterilización que forman parte del protocolo sanitario. No es una tela fácil de conseguir; los materiales los está aportando el Hospital Cullen a través de su Consejo de Salud.
“Yo subí a Instagram un pedido de ayuda y mucha gente me escribió”, relató Julia sobre el origen de la movida.
El director del hospital, Juan Pablo Poletti, les agradeció a las voluntarias que colaboran durante la crisis: “Estamos emocionados de la cantidad de llamados que estamos recibiendo. Solamente les pido paciencia para organizarnos, ya hay cosas hechas y pudimos comprar material para la primera etapa. Esto no va a ser corto, va a ser largo. Si miramos Europa y miramos China, aun no estando desbordados vamos a tener que estar un mes y medio consiguiendo camisolines y barbijos y los vamos a necesitar”.
En el Cullen piensan que habrá un pico de casos de aquí a 20 días, por lo cual resulta indispensable que los profesionales de la salud –incluidos los enfermeros y médicos que está reclutando y entrenando el gobierno para reforzar el servicio– puedan contar con todos los elementos de seguridad necesarios.
El audio que el director Poletti les envió a las costureras finaliza con un pedido claro: “Necesitamos que jueguen este partido con nosotros”.
No es la primera experiencia solidaria en la ciudad de Santa Fe. Días atrás, la cooperativa textil La Sublimada –que integra La Poderosa Santa Fe– a confeccionar barbijos que serán usados por el propio movimiento, por otras organizaciones y por instituciones como la Casa Cuna.