En lo que va del año, la venta de cemento, indicador clave de la construcción y, sobre todo, la obra pública, está en su nivel más bajo desde 2010. El febrero que pasó fue el peor febrero desde 2006.
La recesión parece no tener fondo. El parate de la construcción privada y la obra pública es casi total desde mayo de 2018, pero el pozo se va haciendo cada vez más profundo. El primer bimestre de 2020 fue el peor desde 2010 y hay que ir hasta 2006 para encontrar un peor febrero que el que acaba de pasar.
El indicador es durísimo. En concreto, en lo que va del año los despachos de cemento cayeron 19,89% respecto de igual período de 2018. En febrero, la caída fue de 25,22%. Desde 2015 las caídas fueron continuas.
Sin el retorno de la obra pública en la nación y en las provincias no se ve ningún horizonte promisorio para el sector y, mucho menos, para sus trabajadores.