Primero China, luego Irán, después Italia y España, ahora Estados Unidos y, próximamente, Brasil. El foco del coronavirus se desplaza por el mundo, siguiendo el ritmo de su expansión por el planeta. Sudamérica tiembla ante la crisis que todavía se avecina en el gigante regional.
Fosas comunes, ciudades como Manaos donde los vendedores de ataúdes ya avisaron que no dan abasto para la demanda y que podrían empezar a verse cadáveres en las esquinas. Brasil se va hundiendo en la perversión Bolsonarista y los efectos comienzan a verse. Mientras tanto, la pandemia también escala de modo vertical en Perú y Ecuador.