Mientras se registran más de 11 mil casos positivos de Covid 19 y cerca de 500 muertos en Brasil, la única medida de Bolsonaro en las últimas horas fue un ayuno religioso. Chile y Ecuador, a otro ritmo, siguen sumando casos y son los tres países más complicados de la región.
La "gripecita", tal como la llama su presidente, le está costando a Brasil cerca de 500 vidas y un alarmante nivel de contagios. Bolsonaro, aislado políticamente ya que buena parte de sus ministros y los gobernadores de todo el país decidieron no seguir su demenciales recomendaciones (seguir trabajando, continuar con eventos masivos, asistir a las iglesias), buscó refugio en uno de sus últimos -y para nada menor- bastiones de poder: la iglesia evangélica.
El líder de la ultraderecha en Brasil llamó al "ejército de Cristo para la mayor campaña de ayuno y oración jamás vista en el país". Con esas palabras Bolsonaro convocó a los fieles a realizar un ayuno durante el domingo. La única "medida" que el presidente parece tomar para "que esta plaga que ha caído sobre el mundo, cese", según las palabras de los pastores.