Mientras pronostica una debacle histórica a escala planetaria, el Fondo Monetario Internacional aboga por el intervencionismo y por medidas a favor de los trabajadores.
El FMI prevé una caída de PBI per cápita del planeta del 4,23% en este año, con el 90% de los países –170, en concreto– en recesión. Para poner un punto de comparación, la crisis mundial de 2009 implicó una caída mundial del PBI per cápita del 1,56% y recesión en el 62% de los países. El planeta experimenta un choque de frente contra un virus.
Los datos se desprenden del tradicional informe trimestral del organismo, “Perspectivas de la economía mundial”, publicado en abril. Gita Gonipath, la coordinadora de este informe, señaló que esta crisis es la peor desde la Gran Depresión de la década del ’30. Y añadió que las sombrías predicciones parten de un supuesto que todavía no sabemos si no es demasiado optimista: “que en la mayoría de los países la pandemia y la contención necesaria llegarán a su punto máximo en el segundo trimestre y que se replegarán en el segundo semestre de este año”.
En términos absolutos, se prevé una caída del PBI mundial del 3%. Las llamadas economías avanzadas se contraerán un 6,1%, mientras que las emergentes y en desarrollo sólo caerán un 1%. Para Argentina, la caída prevista es del 5,7%, con un desempleo que escala del 9,8% del macrismo al 10,9%.
El impacto en los países que explican la mayor parte del comercio exterior de Argentina será colosal. Brasil tendrá una contracción del 5,3% y un desempleo que irá del 11,9% a un feroz 14,7%, China sólo crecerá 1,2% (se esperaba un crecimiento del 6% para este año) y su desempleo pasará del 3,6% al 4,3%, y Estados Unidos caerá 6,1% y su desempleo pasará del 3,7% a un escalofriante 10,4%. Son catástrofes para nuestras exportaciones.
“Los países cuyo crecimiento depende del turismo, los viajes, el hospedaje y el entretenimiento están experimentando perturbaciones particularmente graves”, señala el FMI. “Las economías de mercados emergentes y en desarrollo enfrentan desafíos adicionales relacionados con las reversiones sin precedentes de los flujos de capital por un menor apetito de riesgo y con las presiones cambiarias, al tiempo que lidian con sistemas sanitarios más deficientes y un espacio fiscal más limitado para proporcionar apoyo”, señalan.
Quién te ha visto
Gonipath no tiene ninguna duda a la hora de apelar a estímulos fiscales del Estado y a la renegociación de las deudas de los países. A la hora de los bifes, hasta el FMI entiende que la mano invisible del mercado en verdad es la garra de unas pocas transnacionales mundiales que son incapaces de enfrentar esta crisis, que también las afecta. “Es falsa la disyuntiva de salvar vidas o preservar los medios de vida. Los países deben seguir destinando abundante gasto a sus sistemas sanitarios”, sentencia Gonipath. En una advertencia a los países que relajan sus cuarentenas, el resumen ejecutivo del informe trimestral concluye que, hasta que no haya vacuna o un tratamiento eficaz, “ningún país estará seguro respecto de la pandemia (incluyendo una recurrencia tras la desaparición de una ola inicial) mientras la transmisión siga ocurriendo en algún otro lugar”.
Este inesperado apoyo a la inversión en salud no es la única rareza del FMI en este reporte. Entre otras joyas, que traducimos luego, el organismo recomienda como políticas en todo el mundo:
- “Los bancos deben absorber el costo de reestructuración de los préstamos con su propio capital o liberando sus encajes”. Que la pongan los especuladores.
- “Donde no exista la licencia paga por enfermedad, los gobiernos deben considerar dar fondos para ello, dándole a los trabajadores o a sus cuidadores la posibilidad de quedarse en sus hogares sin tener miedo a perder sus trabajos durante la pandemia”. Plata y derechos para los trabajadores.
- “Las autoridades tendrán que garantizar que la gente pueda cubrir sus necesidades y que las empresas puedan reactivarse una vez que hayan pasado las fases agudas de la pandemia. Las sustanciales políticas fiscales, monetarias y financieras que ya muchas autoridades han adoptado de manera oportuna y focalizada —como garantías de crédito, servicios de liquidez, períodos de gracia para los préstamos, ampliaciones del seguro de desempleo, prestaciones reforzadas y exoneraciones fiscales— han sido un salvavidas para los hogares y las empresas”. Que el Estado salve las papas.
- “Las acciones más significativas de los grandes bancos centrales en las últimas semanas incluyen estímulos monetarios y facilidades de liquidez para reducir el stress sistémico”. Para los Milei y Espert: hasta el FMI pide que arranque la maquinita.
- “Las políticas deben pasar rápidamente a apoyar la demanda, incentivar la contratación en las empresas y sanear los balances en los sectores privado y público a fin de contribuir a la recuperación”. Que el Estado salve las papas, parte II.
- “Es posible que las moratorias de los reembolsos de deuda y la reestructuración de la deuda deben continuar durante la fase de recuperación” y “Los acreedores bilaterales y las instituciones financieras internacionales deben proporcionar financiamiento concesionario, donaciones y alivio de la deuda”. Esa es para nosotros: renegociación y quita de deuda externa.