Nuevas imágenes satelitales muestran la caída de los gases contaminantes en la atmósfera de los conglomerados urbanos más poblados del país, como Rosario, Mendoza y San Miguel de Tucumán, desde el aislamiento social obligatorio.
Luego de publicar una serie de mapas que muestran una importante disminución de la contaminación atmosférica en la ciudades de Buenos Aires y de Córdoba, en el marco de la cuarentena establecida por la pandemia de coronavirus, y a raíz de la gran cantidad de consultas recibidas desde diferentes puntos del país, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) elaboró nuevos mapas con información satelital sobre las ciudades de Rosario, Mendoza, y San Miguel de Tucumán, y actualizó los datos disponibles sobre la ciudad de Córdoba y Buenos Aires.
“Los promedios de las tres semanas previas y posteriores obtenidos de las observaciones diarias hechas por el satélite Sentinel-5p muestran que el dióxido de nitrógeno (NO₂) presente en la atmósfera de los centros urbanos más importantes del país se ha reducido significativamente tras la definición del aislamiento obligatorio”, afirmó María Fernanda García Ferreyra, experta en temas de calidad de aire de la Unidad de Emergencias y Alertas Tempranas de la gerencia de Vinculación Tecnológica de la CONAE, quien realizó los mapas.
“Es notable ver cómo en otros conglomerados urbanos de la Argentina (Córdoba, Rosario, Mendoza y San Miguel de Tucumán) se observan valores de magnitud similar para el momento previo al aislamiento, pero cuando se los compara con los registrados sobre el área metropolitana de Buenos Aires y Conurbano bonaerense, resultan entre 5 y 6 veces más bajos", agregó García Ferreyra.
El NO₂ es uno de las especies gaseosas elegidas para monitorear la calidad del aire, debido a que su abundancia está muy relacionada al tránsito vehicular y aéreo, también a la actividad de algunas industrias, y es muy perjudicial para la salud humana.
"En las primeras semanas de marzo, se observa el NO₂ sobre el área metropolitana de Rosario y la actividad portuaria a lo largo del Río Paraná”, indicó Lara Della Ceca, rosarina que colabora con la CONAE. “Llama la atención el área de la ciudad con bajos niveles, que seguirá siendo investigado. A partir del decreto de aislamiento obligatorio estos niveles disminuyeron considerablemente, principalmente por una reducción en el tránsito vehicular", señaló.
“Hacia el sur oeste, en la zona de Luján de Cuyo, se destacan las emisiones de la refinería y centrales térmicas; al centro las emisiones de la ciudad, especialmente debidas al tránsito vehicular, y al noroeste las emisiones de una fábrica de cemento. Asimismo puede apreciarse una reducción importante de las emisiones vehiculares, debido a las restricciones impuestas, aparentemente también en la Refinería de Luján de Cuyo, aunque la Central térmica mantiene su nivel”, describió Enrique Puliafito, investigador de CONICET y director del Grupo de Estudios de la Atmósfera y el Ambiente (GEAA) de la Facultad Regional Mendoza de la Universidad Tecnológica Nacional.
“Como era de esperar, la situación previa nos muestra menores valores de NO₂ en comparación con ciudades como Rosario, Córdoba y Mendoza”, dijo García Ferreyra. “La imagen que se muestra en el momento posterior al aislamiento tiene algunos valores más altos y dispersos que necesitan una revisión particular".
“Cuando miramos el mapa del promedio de las tres semanas previas al aislamiento, puede llamar la atención cómo el NO₂ se localiza principalmente desde el centro hacia el suroeste de la ciudad. Esto puede deberse a que durante 18 días de ese período la estación meteorológica del aeropuerto de la ciudad registró vientos con procedencia del norte y noreste, dispersando los contaminantes en la dirección opuesta”, dijo García Ferreyra.
“En el área metropolitana de Buenos Aires, el promedio obtenido en dos períodos de tres semanas antes y después del aislamiento obligatorio confirma que la reducción de NO₂ que vimos en los primeros días es muy significativa”, señaló García Ferreyra.