Los últimos datos de la Organización Internacional del Trabajo sobre el impacto de la pandemia en el mercado laboral revelan su efecto devastador en los trabajadores de la economía informal y en cientos de millones de empresas en todo el mundo.
Según El Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo, la caída constante de las horas de trabajo a nivel mundial a causa del brote de coronavirus podría significar que 1.600 millones de trabajadores y trabajadoras de la economía informal, esto es, casi la mitad de la población activa mundial, corre peligro inminente de ver desaparecer sus fuentes de sustento.
En comparación con los niveles anteriores a la crisis (cuarto trimestre de 2019), ahora se prevé un deterioro del 10,5 por ciento, el equivalente a 305 millones de empleos a tiempo completo (asumiendo una semana laboral de 48 horas). Según la previsión anterior, el descenso sería del 6,7 por ciento, el equivalente a 195 millones de empleados a tiempo completo.
Los impactos del confinamiento se sentirán en todo el mundo: las estimaciones indican una pérdida de horas de trabajo equivalente al 12,4% en el segundo trimestre en América y al 11,8% en Europa y Asia Central. Las estimaciones para el resto de los grupos regionales son bastante cercanas, y todas superan el 9,5%.
Repercusiones sobre la economía informal
Según los reportes de la OIT, la crisis económica provocada por la pandemia ha dado una estocada contundente a la capacidad de ganar el sustento a casi 1.600 millones de trabajadores de la economía informal (el grupo más vulnerable del mercado laboral), de un total de 2.000 millones a nivel mundial, y de una fuerza de trabajo mundial de 3.300 millones de personas. Son dos los desencadenantes: las medidas de confinamiento y/o el hecho de que esas personas trabajan en alguno de los sectores más golpeados.
A nivel mundial, el primer mes de la crisis se habría cobrado un 60% de los ingresos de los trabajadores informales. Esto equivale a una caída del 81% en África y América, del 21,6% en Asia y el Pacífico, y del 70% en Europa y Asia Central. "Si no cuentan con una fuente de ingresos alternativa, estos trabajadores y sus familias no tendrán medios de supervivencia", advierten desde la OIT.
Las empresas en situación de riesgo
En todo el mundo, más de 436 millones de empresas afrontan el grave riesgo de interrupción de la actividad. Estas empresas pertenecen a los sectores de la economía más afectados, incluidas unas 232 millones pertenecientes al comercio mayorista y minorista, 111 millones a las manufacturas, 51 millones a los servicio de alojamiento y servicio de comida, y 42 millones al sector inmobiliario y otras actividades comerciales.
Medidas políticas urgentes
Ante este panorama sombrío, la OIT insta a adoptar medidas urgentes, específicas y flexibles para ayudar a los trabajadores y las empresas: "Las medidas de reactivación de la economía deben basarse en un alto nivel de creación de empleo, y debe ser respaldadas por políticas e instituciones laborales más fuertes, y por sistemas de protección social más amplios y dotados de más recursos. Para que la recuperación sea efectiva y sostenible, también será decisiva la coordinación internacional de paquetes de medidas de estímulo y medidas de alivio de la deuda".
“A medida que la pandemia y la crisis del empleo evolucionan, más acuciante se vuelve la necesidad de proteger a la población más vulnerable”, dijo Guy Ryder, Director General de la OIT. “Para millones de trabajadores, la ausencia de ingresos equivale a ausencia de alimentos, de seguridad y de futuro. Millones de empresas en el mundo están al borde del colapso. Carecen de ahorros y de acceso al crédito. Estos son los verdaderos rostros del mundo del trabajo. Si no se les ayuda ahora, sencillamente desaparecerán”.