Las cifras publicadas por el Indec marcan que el parate que se inició el 20 de marzo pegó duro en dos sectores clave de la dinámica económica. Las perspectivas empresariales relevadas son deprimentes.
El Indec publicó sus informes sobre el estado de la construcción y la industria a marzo de este año: respectivamente, las mermas interanuales son de 46,8% (28,1% en el acumulado desde enero) y 16,8 (6,4% en el acumulado). El panorama es desolador. Sectores como el del asfalto,el hormigón elaborado, el hierro redondo y aceros para la construcción registran mermas que van del 74% al 61%. En la industria las peores bajas se dieron en Productos minerales no metálicos, Equipos, aparatos e instrumentos como televisores, celulares y de salud, Prendas de vestir, cuero y calzado y Automotores, con caídas que van del 40% al 34%. En todos los casos son cifras de quebranto.
La crisis heredada es un peso formidable y encima cae la cuarentena iniciada el 20 de marzo, cuyo impacto ya se revela en estas cifras y, sobre todo, en las expectativas de los empresarios, que también releva el Indec.
El 93% de los empresarios de la construcción dedicados a la obra privada cree que la actividad caerá durante el año, el 81,2% de los dedicados a la obra pública cree lo mismo. Esa expectativa se traduce en el empleo: el 74,4% de las empresas dedicadas a la obra privada cree que va a reducir personal, cifra que llega al 60,9% en las dedicadas a la obra pública.
En el caso de la industria, el 74% cree que la demanda interna caerá entre abril y junio, el 63,7% evalúa lo mismo respecto de las exportaciones en general y el 64,4% respecto de las exportaciones al Mercosur. El 63,5% considerá que bajará todavía más la utilización de la capacidad instalada. El 31,8% de los industriales planea reducir personal.
Cabe recordar que, antes de la pandemia, los cuatro años de macrismo habían dejado los niveles de empleo registrado del sector privado por el piso. Particularmente, la industria tenía menos trabajadores en blanco que hace 11 años. Sin una decidida intervención pública para reactivar la economía después de la pandemia, el escenario es angustiante.