Mientras la mayoría aplaude a los médicos, algunos cobardes los amenazan en sus casas.
Los médicos, las médicas y el personal de la salud en su conjunto están en la primera línea de una batalla desigual contra un virus nuevo, desconocido y de alcance planetario. En nuestro país, son los responsables –junto a los especialistas que asesoran a los distintos gobiernos– de que la pandemia no se haya expandido a un nivel que resulte difícil de manejar.
Cada noche, a las 21, miles de argentinos salen a sus balcones a aplaudir el trabajo que realizan sin descanso y en condiciones difíciles. Sin embargo, esa extendida manifestación de respeto y gratitud tiene una contracara vergonzosa: aquellos que amenazan al personal de salud por miedo a contagiarse.
Estas manifestaciones violentas, casi siempre a través de notas escritas en lugares de uso común en los edificios, motivaron que algunos trabajadores de la salud deban abandonar sus hogares y buscar refugio en casas de familiares, por temor a ser agredidos por sus propios vecinos.
En la última semana de abril hubo un caso testigo: una enfermera del hospital Cullen que vive en Santo Tomé tuvo que dejar su casa, junto a su hija, luego de que los vecinos la amenazaran en forma anónima en dos oportunidades, a través de notas pegadas en la puerta de su residencia. “Tengo miedo, los trabajadores de la salud no merecemos esto”, reconoció la enfermera.
Para frenar esa ola de locura y violencia, la Legislatura santafesina analiza una serie de proyectos. La diputada Natalia Armas propuso sancionar a quienes amenacen a personal del sistema de salud y pidió que el Ejecutivo provincial priorice el tema y que establezca “penas reales” a las personas que realicen amenazas anónimas.
El proyecto de comunicación de Natalia Armas insta al Poder Ejecutivo a que “revea el tratamiento de estas situaciones” y que se tomen como “prioritarias las denuncias de discriminación formuladas por trabajadores de la salud y que se les dé curso enseguida”.
La legisladora del bloque Somos Vida y Familia dijo a LT10 que “escucharlos decir que tienen miedo por trabajar, por estar expuestos y volver a sus casas y poder llevar esto a sus familias, y a la vez pensar que puede haber sectores de la sociedad que los están atacando de este modo, es tristísimo y repudiable”.
Multas
Otra iniciativa presentada en la Legislatura por el diputado Sergio Basile va más allá y propone incorporar al Código de Convivencia de la provincia el artículo 64 bis por el cual se establecerán penas de hasta 60 días de arresto o 221 mil pesos de multa a todas las personas que persigan o amenacen a personal del sector de salud, de seguridad o de limpieza que trabajan en el marco de la actual emergencia sanitaria.
De prosperar el proyecto, se incorporará el artículo 64 bis a la ley 10703 (ex Código de Faltas) y estos sucesos podrán ser considerados como falta grave para la Justicia provincial.
Al respecto, Basile explicó que “vivimos tiempos difíciles donde todos transitamos situaciones complejas debido a la ruptura de la cotidianeidad y las medidas extraordinarias que se están tomando para evitar un mal mayor. Dentro de este panorama, los que están en la primera línea de combate contra esta pandemia, es decir, personal de salud, agentes de seguridad, de limpieza e inclusive funcionarios, realizan un trabajo invaluable y deben ser cuidados y contenidos por todos”.
“Aunque la población en general –continuó el legislador– agradece la extraordinaria labor de estos trabajadores, es real que algunos, producto del miedo y de un descontrol desmesurado, han amenazado o discriminando su presencia en un entorno cercano, cuando la actitud debería ser todo lo contrario. Son los que van a velar por la salud de nosotros o nuestra familia, en caso de contraer el virus”.