Desde la asociación civil alertan sobre la situación de precariedad en que se encuentran las familias de niñes con encefalopatías graves: mamás sin poder salir a trabajar por el aislamiento, falta de insumos para el cultivo de la planta y dificultades para acceder a elementos sanitarios básicos. Aún no recibieron respuestas por parte del Estado provincial.
La necesidad del aislamiento y la paralización de actividades para evitar la propagación del coronavirus, golpea de diferentes formas a los diversos sectores de la sociedad. Una situación delicada es la que están viviendo las familias que tienen hijes con patologías graves y que encontraron en el aceite de cannabis una forma de mejorarles, sustancialmente, su calidad de vida.
"La gran mayoría de las familias de nuestra asociación, por no contar con la obra social que compra el aceite (Iapos), deben cultivar la planta de cannabis en casa. Con la cuarentena estamos teniendo muchas dificultades para conseguir los insumos para poder hacer el aceite", comenta Laura Acosta, presidenta de Mamás Cannabis Medicinal – Santa Fe (Macame), en diálogo con Pausa.
Esta asociación civil viene desde hace cuatro años trabajando en la provincia para visibilizar el uso del cannabis, para sacar de las sombras y del estigma social a la marihuana, y exigir políticas públicas que garanticen el acceso a esta medicina natural.
Algunos avances se han logrado, pero en tiempos de aislamiento llegaron los retrocesos. "Con esta situación se nos dificulta mandar a ensayar los aceites a la Universidad Nacional de Rosario, al Conicet, que son los organismos que hoy están haciendo los testeos sobre la calidad de los aceites, de sus componentes", señala Acosta. "Habíamos avanzado mucho con eso y hoy tenemos que estar dándole a los chicos un aceite a ojo, es volver a la prueba y error, como antes".
A esta dificultad para poder tener las certezas sobre la calidad de los aceites producidos en casa, se suma la falta de recursos de las familias, en su mayoría formadas por mujeres solas con sus hijes. El panorama es angustiante: niños y niñas que pasan su vida internados en sus casas, que dependen de un medicamento elaborado por sus madres, que a su vez, en este contexto, no pueden salir a trabajar y se encuentran con una situación económica crítica.
Así lo explica Acosta: "La mayoría de las madres están solas, con chicos que tienen encefalopatías realmente graves. Como indica el aislamiento, no pueden ir a trabajar y la mayoría tiene trabajos informales, porque nosotras, al estar solas con los chicos y con estas patologías graves, tenemos muy restringidos los horarios para trabajar, entonces tenemos que ver de que manera nos las arreglamos para solventar los gastos de la casa y salir a pelear el día a día".
Mujeres solas, aisladas, sin ayuda, sin obra social para sus hijes. Ante este escenario, desde Macame le solicitaron al Estado provincial, a través de los ministerios de Salud y Desarrollo Social, asistencia para estos niños y niñas. "Al no poder resolver dentro de la asociación todas estas cuestiones, hicimos un pedido a diversos organismos para ver si nos pueden dar una mano. El pedido es de insumos como pañales, algunas leches especiales, pedidos que tienen que ver con estas patologías, son cosas muy específicas".
La carta, donde también solicitan "elementos de higiene indispensables para esta situación, entre ellos alcoholes en gel que en estos momentos no se encuentran en las góndolas de compras, guantes, barbijos necesarios para el acercamiento a ellos que son grupos de riesgos; agua mineral y en algunas dietas especiales con alimentos según cada caso particular", fue enviada al Ministerio de Salud, de Desarrollo Social, a la Defensoría del Pueblo y algunos bloques de Diputados "cuando vimos que no teníamos respuestas", comenta la presidenta de Macame.
El único pedido que lograron resolver fue el de conseguir la vacunación de los chicos y chicas en sus casas. Por ahora, solo eso. "La preocupación es grande. Más allá de toda esta situación, siempre nos preocupa la salud de nuestros hijos. Ahora no podemos solas, por eso acudimos al Estado para ver si se puede garantizar algo de todo esto que necesitamos o ejecutar un plan conjunto, pero lamentablemente no se dio. No sabemos que va a pasar, las madres ya esperaron un montón, nosotras nos aislamos dos semanas antes del decreto oficial en protección de estos niños que se encuentran vulnerables, porque la mayoría de ellos están internados en su casa, con encefalopatías, cardiopatías, y una serie de cuestiones por sus patologías que se suman a esta situación particular. La preocupación y desesperación de estas madres nos llevó a hacer público este pedido", finalizó Acosta.