El 20 de marzo el ex ministro de Salud de Chile rechazaba la cuarentena de plano, diciendo que el virus podía mutar a "buena persona". Menos de 100 días y 3841 muertos después, el Congreso chileno aprueba una pena de cinco años de cárcel para el infectado que a sabiendas rompa la cuarentena.
El coronavirus está haciendo o hizo estragos Sudamérica, sobre todo en Brasil, Perú y Chile, en ese orden. El gobierno de Jair Bolsonaro es un ejemplo del desmanejo sanitario, Perú se vio sobrepasado y Chile reaccionó de forma muy, pero muy tardía: su primer muerto es del 22 de marzo y ya es de los países de la región con más contagios y decesos.
Ministro de Salud de Chile rechaza la cuarentena porque quizá el virus mute a «buena persona»
A la falta de cuidado por parte del gobierno sobreviene ahora la salida penal. El Ejecutivo que comanda Sebastián Piñera envió al Congreso, que lo aprobó, una serie de normas para endurecer penas en el marco de la cuarentena. Ahora, la sanción por "inobservancia del aislamiento" va de los 61 días a los tres años de cárcel, con severas multas. Para quien esté infectado y lo sepa, la pena escala a un rango que va de los 541 días a los cinco años. En el ámbito laboral, quien tenga autoridad sobre otro y le ordene concurrir al lugar de desempeño de sus labores, pese a que el subordinado esté en cuarentena, el castigo en este caso sería entre 61 días y 3 años de cárcel.
Estos son los datos epidemiológicos del coronavirus en nuestro continente.