El Festival de Poesía de Arroyo Leyes, organizado por Ediciones Arroyo, se hace desde las casas: 11, 12 y 13 de junio, por redes sociales.
Desde 2016, año en el que Ediciones Arroyo empezó a editar su catálogo propio, Pipi Bosch organiza festivales en el mismísimo Arroyo Leyes, ese mismo que parece estarse consolidando como un imán de movidas autogestivas e independientes: "Hemos logrado, tanto con la editorial como con el festival, marcarnos en un punto para que circuitos culturales que irradian y se arraigan en Buenos Aires, Rosario o Córdoba, nos permitieron entrar y, a la vez, vinieron hacia nosotros", le adelantó a este medio Alejandra Bosch, la Pipi, el motorcito de esta movida.
Este va a ser la segunda vez en el año que la editorial hostea su celebración. La primera fue en enero, mes en el que no solamente se recitaron poemas, sino que también se recorrió el pueblo y, como siempre, se trabaron vínculos entre poetas y vecines, que son los que hospedan a las visitas. Pipi enumera escritores con admiración profunda y que publican y publicaron en Pausa, como Analía Giordanino y Santiago Venturini: "Grandes voces de la literatura, aunque la tengan que remar un poco más para agrandar su prestigio, lamentablemente eso se da porque son del interior. Pero el último festival presencial que pudimos organizar, en enero, también convocó a poetas multipremiados y reconocidos en todo el país, como Andi Nachon o Juan Fernando García".
"El valor de un festival de poesía no pasa por las lecturas, la constitución de las mesas o la feria de editores, sino por reeditar el sentido primario de la palabra 'festival'; siempre hemos priorizado el encuentro, la diversión y el relax, queremos que la gente siente que viene a pasarla bien". A pesar de que esta edición no va a poder contar con casi ninguno de estos beneficios, por ser remota, sí se van a poder sumar poetas de lugares más lejanos como México, Brasil y Uruguay: "es el 'Festival del aguante', buscando mantener la llama encendida, hasta que nos podamos encontrar", desea Pipi.
— Teniendo en cuenta que el encuentro interpersonal entre artistas y la comunidad de Arroyo Leyes es el "valor agregado", si se quiere, del Festival, ¿por qué es importante sostenerlo?
—Hay que seguir insistiendo porque las comunidades se desarrollan a partir de sus intereses y, básicamente, esto es lo que estamos proponiendo. Con mi hijo, Julián Bosch (ilustrador de Ediciones Arroyo), somos gente de acá, vendemos pan en el pueblo y queremos que Arroyo Leyes que sea algo más que un lugar adonde están las quintas con pileta. Queremos que sea reconocido como una reserva poética, de encuentro, que en el futuro también tenga sus librerías, sus teatros y sus centros culturales.
—Como editora y artista, ¿estás percibiendo alguna contención por parte del estado?
—Hay un montón de actividades comerciales están contempladas, pero, como en mi caso, los editores de libros no. Necesitamos absolutamente el apoyo del estado y creo que debería informarse de qué es lo que pasa con el pueblo que trabaja y gestiona el arte y estos espacios tan nutritivos para las comunidades a las que pertenecemos.
Los nombres confirmados para este Festival de Poesía de Arroyo Leyes son Juan Fernando Garcia, Andi Nachon, Wachi Molina, Loreley ElJaber, Rocío Lanfranco, Daniela Bastias, Julieta Lopergolo, Hugo Luna, Dafne Pidemunt, Micaela Godoy, Valeria Pariso, Lucía De Leone, Federico Rodriguez, Claudio Gómez, Gabriela Pignataro, Daniela Camozzi, Cristián Forte (Jordania) Gustavo Tissocco, Fiorella Terrazas (Perú) Valrska Torres (Brasil), Nadia Prado (Chile) Fernando Kosiak, Tina Rlorriaga, Maia Morossamo, Oscar Agú, Diego Suárez, Claudia Masin, Vicky Lowel, Verónica Barrionuevo, Horacio Fielberkorm, Adriana Ceñal, Elena Anníbali, Marisa Godoy, Pablo Queralt, Nurit Kastelan, Amalia Bosselli, entre otres. La modalidad de este festi del aguante, entonces, va a consistir en la publicación programada de videopoemas, además de algunas transmisiones en vivo por Instagram, claro.