Quienes se oponen a la expropiación de Vicentín olvidan que la empresa ya le debe a los argentinos un balde de plata. Deuda con bancos públicos, con la aduana, de impuestos, con municipios y comunas, con las provincias se registran en el concurso preventivo de acreedores. Accedé a la lista completa.
Mientras facturaba con nunca, con ganancias de miles de millones de pesos por año, el gigante agroexportador Vicentín no pagaba sus deudas (no sucedía lo mismo con los fondos que destinó para la campaña electoral de Cambiemos). Vicentín pidió préstamos a roletes a los bancos públicos, dejó de pagar la aduana y los impuestos. Hasta dejó de garpe a la comuna de Lanteri, 2500 habitantes, ocho por cinco manzanas. En total, deja un muerto al erario público de $22.283.289.022.
Aprovechando su relación directa con el gobierno de Mauricio Macri, Vicentín obtuvo préstamos del Banco Nación que en cualquier situación normal hubiesen sido imposibles. No sucedió tal cosa, ni siquiera el Banco Central encendió la alarma, y el resultado final es una deuda de 18 mil millones de pesos. Exactamente, $18.182.297.618. La sucesión de créditos en 2019 es obscena: el Nación le dio a Vicentín dos créditos en abril, 12 en mayo, 10 en junio, 11 en julio y 28 créditos en noviembre. Una aberración financiera.
El Banco Nación es la entidad pública con la que mayor deuda tiene Vicentín y, además, es en sí mismo el mayor acreedor de los 2638 deudores acreditados en el concurso preventivo. La segunda entidad pública con la que mayor deuda registra el emporio agroexportador es con el Banco Provincia de Buenos Aires, por $1.814.311.396. No es una deuda menor. Sigue Banco Ciudad de Buenos Aires, con un muerto de $318.704.987, y el Banco de Inversión y Comercio Exterior, con una deuda de $313.231.795.
Con la AFIP registra deudas de $1.464.220.673 por aduana y $60.911.679 de impuestos.
En la provincia de Santa Fe, Vicentín registra una deuda con API de $104.103.966. Otras provincias quedaron con acreencias, como Formosa, Chaco, Salta y Jujuy. En Santa Fe, hay que sumar además deudas con municipios y comunas. Vicentín no pagaba impuestos en las localidades donde operaba. En San Lorenzo quedó una deuda de 17 millones, en Avellaneda, donde está la sede, de $3.850.646. En Ricardone, donde tiene un puerto, debe $191.887 y en Rosario $189.599.
Los muy ratones dejaron un rojo de 5041 pesos Lanteri, una comuna minúscula a 32 kilómetros de Avellaneda.
No incorporamos en esta reseña al Nederlandse Financerings Maatschappij Voor Ontwikkelings NV. Es el tercer acreedor general de Vicentín, con un muerto de 9228 millones de pesos. ¿Por qué debería ser incluido? Porque es un banco público, pero de Holanda. Sería el Banco Holandés de Desarrollo. En el mismo sentido, también debería incorporarse el segundo acreedor general, la Corporación Financiera Internacional, con sede en Washington. Es una entidad crediticia del Banco Mundial, que un organismo que depende de las naciones que lo integran. Allí Vicentín dejó una deuda de 16.504 millones de pesos.