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Ahora, las recomendadas del presidente del CCSF, Guillermo Arch, para esta semana.
Las naciones que tienen sus costas en el este del mar Báltico se encontraron históricamente ubicadas en la tensión geopolítica de Alemania y Rusia y varios de los Estados nórdicos solo alcanzaron su independencia plena a finales del siglo XX; tal vez sea por ello que una de las novelas que fundan la idiosincrasia estonia verse sobre vecinos: uno profundamente moral y otro cuyo fin parece ser la expulsión sistemática del territorio de todo colindante mediante las maniobras más arteras. Verdad y justicia se llama esa novela de Anton Hansen Tammsaare llevada al cine con el mismo nombre por Tanel Toom, director que aquí realiza su ópera prima pero que venía de disputar un Oscar por su corto La confesión en el año 2010.
Película que en su país fue uno de los mayores éxitos de taquilla de la historia, esta fábula moral cuenta con una impresionante puesta en escena y unas sólidas actuaciones y hay que decir que, para nuestra mirada latina, la rudeza de los caracteres y las fisonomías que acompañan al paisaje son el caldo de cultivo de ese rigorismo moral que habilita y hace perfectamente coherente el relato. Andres y Pearu son los granjeros que se disputan el territorio de la colina de los ladrones en este relato que abarca más de una generación.
Homenaje a Ennio Morricone
Esta semana proponemos compartir dos películas cuyas partituras fueron realizadas por el enorme –y recientemente fallecido– Ennio Morricone. Con más de 500 trabajos hechos para cine, Morricone realizó la música de infinidad de películas, pero indudablemente algunas marcaron a un género entero, el western. Hay que señalar que de todos los géneros, el western es el propiamente cinematográfico. El Spaghetti Western, esa extraña entente de italianos filmando en España con actores norteamericanos, franceses y alemanes, está conformado por películas que podemos caracterizar como una sucesión creciente de climax, hasta llegar –por supuesto– al duelo final. Y si hay algo importante para generar un climax… es la música.
Dos películas, El bueno, el malo y el feo de Sergio Leone y Los ocho más odiados de Quentin Tarantino conforman esta propuesta. La primera (en versión extendida, con escenas que no estaban en el corte original) es una de las cimas del género y es considerada en muchos casos dentro de las 10 mejores películas de la historia; la segunda es obra del –tal vez– hijo dilecto del género y un merecido homenaje que tuvo en vida Morricone.
Cine Estudio
La sombra de una duda era una de las películas preferidas del propio Hitchcock. La relación cuasi erótica de les Charlies (tío y sobrina con el mismo nombre) es casi la frutilla del postre psicológico y voyeur de Hitch. Eso sí, todo acompañado en paralelo de un papá discutiendo con un amigo durante toda la película cómo realizar el homicidio perfecto. Magistrales trabajos de Teresa Wright y Joseph Cotten en este film de 1943 donde el objeto-fetiche es, obviamente, el anillo de una viuda.