Extraterrestres nazis, road movie yanqui, una de Hitchcock en Río de Janeiro y más

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Ahora, las recomendadas del presidente del CCSF, Guillermo Arch, para esta semana.

The painted bird (El pájaro pintado) es una de las grandes películas del año pasado -que no llegó al mercado local- que actualiza un tema permanente del cine y del arte, una tarea que es una obligación si pensamos el arte como cierta manifestación de la verdad y la ética: la explicitación de los costados más crueles del ser humano y por ende, la posibilidad de darle su voz a sus víctimas. Esta es una tradición que ciertamente cobra fuerza luego de la Segunda Guerra Mundial y va desde el neorrealismo hasta El hijo de Saul y que ha generado una buena cantidad de debates sobre la narrativa cinematográfica.

Aquí la voz de las víctimas se materializa en la mudez de Joska, que a lo largo de los capítulos en los que está dividida la película, protagonizará una verdadera odisea de los discriminados y despreciados a través del paisaje rural de la República Checa.

Película dura, que se entronca narrativamente con el cine de uno de los grandes autores del presente como el húngaro Béla Tarr y que seguramente nos remitirá a La infancia de Iván de Andrei Tarkovsky y explícitamente  a una de las mejores películas sobre la guerra como Venga y vea de Elem Klimov de 1985, ya que Aleksey Kravchenko -que encarnaba al niño igualmente perdido en la tierra de nadie del frente oriental- protagoniza aquí a un oficial del ejército rojo. Cabe destacar también las actuaciones de Udo Kier, Stellan Skarsgard y Harvey Keitel.

DeSvelado

De la odisea a la road movie: la película de caminos, tan cara a la filmografía norteamericana, explota la intersección del dilatado territorio, las rutas que lo surcan y los automóviles y motocicletas extra-large. Desde Easy Rider (Busco mi destino, de Dennis Hopper, 1969) a Thelma & Louise (de Rydley Scott, de 1991), las road movies tienen también la característica de ser manifestaciones generacionales. Y bien, American honey de la directora británica Andrea Arnold recorre esos caminos con los jóvenes de la segunda década de este siglo y de esos lares, que más que descarriados, se caracterizan por su nihilismo y su placer por la deriva.

Este film le valió a su directora el premio del jurado en el festival de Cannes de 2016 y marca el debut de su actriz principal, Sasha Lane, que anticipa una gran carrera.

Cine Estudio

Notorious de 1946 (Tuyo es mi corazón como fue bautizada por algún inspirado distribuidor argentino) es según François Truffaut la mejor película de Hitchcock. Protagonizada por Cary Grant e Ingrid Bergman, cuando fue escrita en 1944 su director había oído que algo estaban haciendo en Arizona con uranio (con lo cual el proyecto Manhattan no era tan secreto, por lo menos para Hitchcock). Este elemento es el McGuffin –el dato sobre el cual gira el suspenso- de esta película. Haberlo dicho supuso un seguimiento del FBI y casi le cuesta la película ante la incredulidad de los productores, los mismos que años después lo trataban como un clarividente.

Ambientada en Río de Janeiro a la salida de la segunda guerra, esta historia de espías –que por supuesto, es una historia de amor- es una de las joyas de la filmografía de Hitchcock.

Bizarro

Un poco a contrapelo de las primeras líneas de esta presentación, otra forma de tramitar la maldad humana es cuando -con la suficiente distancia- se lo hace desde el humor. Y si… si hay una encarnación de la maldad en la historia, son los nazis los portadores de la misma. Más cuando, como plantea Iron Sky, se escaparon al lado oscuro de la luna y desde una gigantesca base con forma de esvástica planean una nueva invasión a la Tierra.

Comedia finlandesa de Timo Vuorensola, director y parte de una banda de rock –si pensamos en Kaurismäki parece que estas dos profesiones fuesen juntas en Finlandia-, esta delirante historia donde los nazis educan a sus hijos con un corto de 5 minutos que no es más que a lo quedó reducido El gran dictador -donde Chaplin juega con el globo terráqueo-, está protagonizada entre otros por Udo Kier, que a esta altura es ‘El malo’ de por lo menos el último lustro de la historia del cine.

 

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