Cada tres días, Brasil registra al menos un episodio de agresión contra representantes políticos. El informe señala que los hechos violentos se han incrementado en los últimos años, especialmente después de las elecciones de 2018, con la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia.
Desde 2016, Brasil ha registrado al menos 327 casos de violencia contra representantes electos. Se registraron 125 asesinatos y agresiones, 85 amenazas, 33 agresiones, 59 delitos, 21 invasiones y cuatro casos de arresto o intento de detención de agentes políticos. Los datos provienen del informe “Violencia política y electoral en Brasil - Panorama de las violaciones de los derechos humanos de 2016 a 2020”, publicado este lunes por las organizaciones Terra de Direitos e Justiça Global.
El documento señala que los hechos violentos se han incrementado en los últimos años, especialmente luego de las elecciones de 2018. En 2017 se mapearon 19 asesinatos y ataques, mientras que en 2019 se registraron 32 hechos. A principios de septiembre de 2020 se habían registrado 27 delitos de esta naturaleza. Más del 75% de estos casos tenían mujeres como víctimas.
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"El fenómeno de estos delitos cobra mucha fuerza en 2019. Una vez más se ve este tipo de crímenes como un vehículo de violencia que envía un mensaje de exclusión a determinados grupos. Si un agente político utiliza delitos misóginos, homofóbicos o racistas, envía un mensaje para excluir a grupos específicos”, dice Élida Lauris, abogada y coordinadora ejecutiva de Terra de Direitos.
Río de Janeiro fue el estado con mayor número de asesinatos y atentados, con 18 en total. En segundo lugar en la lista están Minas Gerais, Ceará, Maranhão y Pará, con 11 hechos cada uno. Más del 90% de las víctimas de atentados y asesinatos son concejales, alcaldes o vicealcaldes (precandidatos, candidatos o electos).
Con información de www.brasildefato.com.br