El régimen que lidera Jeanine Áñez mantuvo detenido en forma ilegal al veedor argentino Federico Fagioli durante más de diez horas, lo que generó un unánime repudio político y diplomático. Este domingo Bolivia elige presidente en medio de un clima enrarecido.
Un papelón diplomático, que salpicó a un veedor argentino, empañó la previa de las elecciones presidenciales de Bolivia, que se realizarán este domingo.
Todo comenzó el viernes por la noche cuando las fuerzas de seguridad del régimen de facto que lidera Jeanine Áñez detuvieron al diputado argentino Federico Fagioli, quien viajó al vecino país como veedor del proceso electoral.
El legislador nacional, que representa al Frente de Todos, estuvo detenido ilegalmente en Bolivia durante más de 10 horas y fue liberado recién el sábado a la madrugada a partir de la intermediación de autoridades diplomáticas y de representantes de la ONU y de la OEA.
Leonardo Grosso, quien integra junto a Fagioli la comitiva que viajó a Bolivia para participar como veedores internacionales de las elecciones que se desarrollan el domingo, confirmó este sábado que su compañero de bancada había sido liberado luego de pasar la noche detenido.
“Fuimos invitados por el Senado de Bolivia y estábamos autorizados a viajar. Tenemos además la autorización del Tribunal Superior Electoral de Bolivia para ser veedores en las elecciones y no hubo problemas para entrar al Aeropuerto Internacional de Cochabamba, donde nos recibió Migraciones. Luego, hicimos un vuelo interno desde ahí hacia La Paz”, explicó Grosso en diálogo con Telam.
“Al llegar a La Paz nos frenaron en Migraciones, detuvieron a Fagioli y a nosotros nos demoraron, planteando que no iban a admitir el ingreso de Fagioli a quien acusaron de haber cometidos delitos de lesa humanidad, una locura”, indicó el diputado.
Repudiamos acto bochornoso del gobierno de facto contra el diputado, @Fede_FagioliOK, Miembro de la Misión de Observación del Congreso Argentino para elecciones del domingo en #Bolivia. Fue retenido ilegalmente y despojado de sus documentos a su llegada al aeropuerto de El Alto. pic.twitter.com/JVy2iOHSKg
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) October 17, 2020
Grosso continuó: “En ese momento nos rodearon los policías, nos dijeron que se lo llevaban a un cuarto a Fagioli para interrogarlo y lo acompañamos pese a que no querían que lo siga nadie”.
“En ese momento nos damos cuenta de que lo estaban conduciendo afuera del aeropuerto donde había una camioneta roja con vidrios negros y las puertas abiertas esperándolo. Un vehículo que no tenía ningún tipo de identificación”, agregó.
El legislador contó: “Entonces les dijimos que si no se identificaban no los íbamos a dejar irse y uno de los agregados diplomáticos nuestros se ofreció a acompañarlo, pero en ese momento empezaron a los golpes, empujaron al agregado, Federico se cayó, nos tiraron al piso y ahí empezamos a filmar”.
“Cuando vieron que los estábamos filmando empezaron a parar. La Cancillería Argentina hizo gestiones desde la embajada con el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, con la OEA, con el gobierno de Bolivia y el resultado final después de este maltrato fue que lo liberaron alrededor de las 3 y pico de la mañana. Ahora estamos en un hotel todos juntos pero la situación sigue siendo muy precaria”, añadió Grosso.
Condena de Arce
Desde Bolivia, el candidato presidencial por el Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, condenó el “maltrato” que recibió el diputado argentino Federico Fagioli, retenido cuando llegó a La Paz para cumplir tareas como veedor en las elecciones del domingo, y exigió al gobierno de Jeanine Áñez que “respete los derechos de las delegaciones internacionales”.
“Repudiamos la violencia y malos tratos ejercidos por el gobierno de facto de Áñez contra los legisladores argentinos que fueron invitados por la Asamblea Legislativa Plurinacional, como veedores del proceso electoral”, indicó el economista que lidera los sondeos de los comicios.
“Condenamos el maltrato que recibió el diputado Fagioli a su llegada al país como parte de la misión especial que la hermana República de Argentina envió para acompañar las elecciones”, añadió en su cuenta de Twitter.
Repudio de Alberto
Fagioli viajó a Bolivia como parte de la delegación argentina que participará en el rol de veedores en los comicios del domingo y que también conforman los diputados Leonardo Grosso y Paula Penacca y el senador nacional Guillermo Snopek.
Esto está pasando ahora. No nos dejan ingresar a Bolivia. Acusan al diputado Fagioli de haber cometido crímenes de lesa humanidad. Esto es una afronta a nuestro país. pic.twitter.com/48d3klnUZn
— Paula Penacca (@PaulaPenacca) October 17, 2020
La misión ingresó al país sin problemas por el aeropuerto de Cochabamba y luego fue retenida por la policía al llegar a La Paz, según contó Grosso en sus redes sociales.
Esta situación fue condenada por el presidente Alberto Fernández, que también dijo que es Áñez quien tiene “la directa responsabilidad de preservar la integridad de la delegación argentina”.
Por su parte, la Cancillería argentina sostuvo esta madrugada –en un comunicado– que el gobierno argentino “exige que el gobierno de facto de Jeanine Áñez se haga responsable por la detención ilegal” del diputado Fagioli que “viajó al Estado Plurinacional de Bolivia en carácter de veedor de las próximas elecciones”.
Las elecciones después del golpe
Las elecciones presidenciales de Bolivia fueron, en realidad, el 20 de octubre de 2019 pero el ajustado margen con el cual Evo Morales evitaba la segunda vuelta, junto a una demora en la carga de datos, desató un frenesí opositor.
Frente a las protestas y el desconocimiento de los resultados, el propio Morales solicitó a la OEA un informe sobre el sistema de conteo rápido usado en los comicios. El 10 de noviembre, la OEA publica el informe preliminar en el que señala la “improbabilidad estadística” de que Morales haya alcanzado el 10% de diferencia con su competidor Carlos Mesa y señala necesaria una segunda vuelta.
Si bien este informe fue ampliamente criticado por expertos en materia electoral de diversa extracción, el daño ya estaba consumado. Ese mismo día, Morales llama nuevamente a elecciones, pero a las violentas protestas en las calles se le sumó la rebelión policial y la “sugerencia” de los mandos militares para que Morales presente su renuncia. Dos días después, con Morales en el exilio, Jeanine Áñez, senadora opositora y vicepresidenta segunda del Senado, se autoproclama presidenta en una sesión sin quórum.
Áñez asumió la presidencia con la promesa de llamar a elecciones lo antes posible. Sin embargo, al momento del traspaso presidencial, habrá ejercido el cargo durante más de un año.