Con un sistema sanitario al borde del colapso, solo hay lugar para el coronavirus.
Una apretada enumeración de los episodios registrados en las últimas semanas en la provincia de Santa Fe puede ayudar a mensurar el impacto del coronavirus en el sistema sanitario y en los cuerpos de sus trabajadores.
De agosto en adelante, la crisis escaló de tal manera que los propios profesionales de la salud salieron a proponer medidas más eficaces para el abordaje de la pandemia. Las restricciones a la circulación vigentes desde septiembre en el sur de la provincia y desde principios de octubre en el Gran Santa Fe están dando, con mucha timidez, algunos resultados positivos. No obstante, todavía falta mucho para cantar victoria.
Mientras se disparaba la curva de los contagios, el virus empezó a horadar por dentro a un sistema de salud que, aun con refuerzos, a duras penas puede atender una demanda cada vez mayor.
Las cifras son elocuentes: la Argentina superó el millón de casos positivos con más de 30 mil muertes; nuestra provincia registra más de 100 mil contagios y más de 1500 personas fallecidas. El final de esta pesadilla está, todavía, muy lejano.
El peligro no pasó
El director del Cobem falleció por Covid. El hospital Cullen cerró sus puertas a las visitas de los familiares de las personas internadas. En el Alassia suspendieron todas las consultas programadas y solo atienden casos de urgencia.
La situación se replica en las grandes ciudades de la provincia y del país. En Rosario murieron once médicos en menos de dos meses.
La enumeración es incompleta, pero alcanza para advertir que el peligro sigue ahí, latente.
La evolución del virus
La ciudad de Rosario es el principal foco de contagios de coronavirus de la provincia. Después de controlar el primer brote, el 30 de junio inició su segundo brote. Hasta mediados de agosto se mantuvo relativamente contenido hasta dispararse, llegando al pico del 20 de octubre. Como efecto de las medidas de restricción reforzadas desde fines de septiembre, la curva comenzó una prometedora caída.
Después de pasar 70 días sin casos, a comienzos de agosto llegó el segundo brote de coronavirus en la ciudad de Santa Fe. La escalada fue continua, con una leve disparada a partir de octubre. Con mucho menos tiempo bajo restricciones de circulación que las ciudades sureñas, Santa Fe muestra un amesetamiento arriba en la cantidad de nuevos casos: no se están pudiendo reducir los contagios y el peligro de una disparada peor está latente.
El 15 de octubre Venado Tuerto llegó a un pico de casos. Luego, las restricciones impuestas en el sur hicieron su efecto y los casos empezaron a bajar, aunque no tan marcadamente como en Rosario. La cabecera del departamento General López es (por ahora) el tercer foco de coronavirus de la provincia. Su segundo brote también fue más temprano, ya que está cerca de Buenos Aires: los casos comenzaron a brotar nuevamente a fines de julio.
Hasta el 31 de octubre, Villa Gobernador Gálvez era el cuarto foco de coronavirus en la provincia. A diferencia de las otras ciudades importantes de la región, nunca tuvo un primer brote, apenas registraba casos salteados. El virus llegó con todo en agosto y escaló hasta fines de septiembre, para amesetarse. Tras un pico el 16 de octubre, los casos comenzaron a declinar, otra vez en coincidencia con las restricciones estrictas del sur.
Rafaela está en serios problemas. Crece aceleradamente la cantidad de casos, hace un mes era la séptima localidad en contagios, hoy es la cuarta y muy pronto será la tercera. Expresa la expansión del coronavirus al norte, afecta a su vecina Sunchales y está en pleno ascenso, sin apego a restricción alguna. Nunca llegó a tener un primer brote, los casos entraron a mediados de agosto. Los picos de contagios se registraron en los últimos 10 días.
La ciudad de Santo Tomé tampoco tuvo un primer brote de coronavirus. Directamente empezó a registrar continuamente casos en la segunda semana de agosto. Si bien no tuvo una escalada abrupta, a principios de octubre tuvo una notable suba de casos hasta el pico del 18 del mes pasado, momento en que se amesetó la cantidad diaria de casos, de forma paralela a los que sucede en su vecina, Santa Fe.
GRÁFICOS: Casos diarios y promedio semanal, elaborados en base a datos oficiales del Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe.
Producción: Mariángeles Guerrero, Ezequiel Nieva y Juan Pascual