Media sanción a la ley que garantiza el acceso a la vivienda única para mujeres víctimas de violencia de género y personas con identidades disidentes. Durante la pandemia se incrementaron las denuncias por casos de violencia.
La Ley de Vivienda Única obtuvo media sanción el jueves 5 en la Cámara de Diputados. El proyecto, que reúne aportes de la socialista Gisel Mahmud, la peronista Lucila De Ponti y las organizaciones sociales, busca garantizar desde el Estado provincial el derecho a la vivienda única, facilitando su acceso como medida de protección y asistencia, a todas aquellas mujeres y personas con identidades de género disidentes que padezcan, hayan padecido, o se encuentren ante el riesgo de sufrir cualquier forma de violencia de género en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. El proyecto fue girado ahora a la Cámara de Senadores.
La diputada Mahmud argumentó la importancia de este proyecto sosteniendo que “cada vez que escuchamos a una mujer víctima de violencia machista, encontramos cientos de puntos en común con otras tantas mujeres, y la vivienda es uno de ellos. Para muchas mujeres no poder dejar su casa por no tener a donde ir, a donde criar a sus hijos, termina siendo el certificado de muerte”. Y en la misma línea afirma que “Las mujeres pobres y personas con identidad disidente son quienes más sufren las consecuencias de la violencia machista y quienes están imposibilitadas, por su condición económico-patrimonial, de salir de los círculos violentos en los que se encuentran. Y es ahí donde el Estado tiene que estar dando una respuesta”.
Cabe destacar que las políticas urbanas y habitacionales continúan en gran medida siendo restrictivas para gran parte de las y los santafesinos, pero impactan particularmente en la vida de las mujeres pobres. Así mismo en la mayoría de los casos, las mujeres tienen mayores obstáculos para acceder a alquileres y a créditos hipotecarios para arrendar, comprar o refaccionar una vivienda. Estos beneficios están muchas veces orientados solo al sector formal de la economía, dejando por fuera del acceso a la vivienda a un amplio sector informal, del cual proporcionalmente la mayoría son mujeres.
Media sanción
Los proyectos originales fueron trabajados con organizaciones de mujeres y profesionales que trabajan en el abordaje de temas relacionados al género. Con sus aportes se llegó a un texto construido colectivamente, que es, según la diputada Mahmud, “lo que lo hace más importante y completo ya que suma la mirada de muchas mujeres santafesinas”.
Esta media sanción prevé en sus articulados requisitos para soluciones habitacionales permanentes, así también como temporales ante casos de urgencia. Esto último contempla desde la posibilidad de un alquiler hasta la creación de una “red de Viviendas Temporales” para alojar víctimas que necesiten prontitud en la respuesta, teniendo un ordenamiento geográfico de cercanía. Esta Red se conformará por viviendas en proceso de construcción, construidas sin sortear y viviendas recuperadas por la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo. El órgano de aplicación de esta Ley será la Secretaría de Igualdad y Género de la provincia.
Oportunidades y derechos
“Para reducir la violencia de género en sus peores expresiones necesitamos abrir un camino que garantice oportunidades y derechos”, apuntó la legisladora Lucila De Ponti, una de las autoras del escrito.
Proponen un fondo para construir viviendas para mujeres en situación de violencia de género
El proyecto de ley “Acceso a la vivienda única para mujeres y personas con identidades de género disidentes víctimas de violencia” prevé la creación de un fondo para brindar soluciones habitacionales a las personas vulneradas.
Según datos oficiales el 64% de los femicidios son cometidos en las viviendas de la víctima, y en el 65% de los casos es cometido por la pareja o expareja. “Necesitamos políticas públicas que garanticen oportunidades para las personas que sufren violencia de género. Ninguna mujer tiene que estar condenada a la intimidación por compartir una vivienda con su agresor o por no tener autonomía económica”, remarcó la diputada del Movimiento Evita, Lucila De Ponti.
Quedate en casa
Desde el inicio de la pandemia y a raíz de las medidas de confinamiento obligatorio, los casos de denuncias por violencia de género aumentaron en todo el país. Para muchas mujeres la frase que se popularizó buscando generar conciencia para evitar contagios, fue la confirmación que quedarse en casa era convivir con el agresor agravando, potenciando y multiplicando las situaciones de violencia.
“Desde un comienzo advertimos que, con estas medidas sanitarias, muchas mujeres estarían corriendo más riesgos y no nos equivocamos. Los números de llamados por violencia machista aumentaron considerablemente, y los femicidios lamentablemente también. Es por esto y por todo lo que venimos sosteniendo desde los movimientos de mujeres, que necesitamos herramientas que no sean sólo de carácter transitorio, sino que acompañen a las mujeres en su recuperación total e integral. Necesitamos tener la posibilidad de acceder a una vivienda. Reconociendo al hogar como el ámbito esencial para la recuperación total de las mujeres, para construir nuestro empoderamiento económico-social y dándoles la oportunidad de poder reconstruir sus vidas solas o con sus familias. Para todo esto necesitamos voluntad política por parte de los gobiernos de turno, y un Estado presente” finalizó Mahmud.