Un tomatero de Corrientes fue condenado a tres años de prisión por la muerte de un niño de 4 años que se intoxicó junto a su prima en un charco de endosulfán proveniente del establecimiento del productor, próximo a la vivienda del menor.
Cuatro años después de una primera sentencia absolutoria, el productor hortícola Ricardo Prietto fue condenado ayer a tres años de prisión condicional por el homicidio culposo de Nicolás Arévalo, un niño de 4 años que hoy tendría 13 si no hubiera muerto intoxicado con el endosulfán que Prietto utilizaba en sus cultivos de tomate. El agrotóxico también provocó lesiones graves en Celeste Estévez, de 7 años, un prima de Arévalo con la que estaba jugando en la calle que separaba el establecimiento de la vivienda del niño, en la localidad correntina de Lavalle. Allí se intoxicaron con los residuos del agroquímico, concentrados en charcas, y con los gases emanados de las fumigaciones.
Tras la autopsia se pudo certificar que el endosulfán fue el causante principal de la falla hepática y el edema pulmonar por los que murió el niño. Celeste debió permanecer tres meses en terapia intensiva en el Hospital Garrahan. El Tribunal Oral Penal de Goya, Corrientes, conformado por Jorge Carbone, Joaquín Sebastián Romero y Darío Ortiz, condenó a Prietto bajo la carátula de homicidio culposo y lesiones culposas en concurso ideal.
Prieto fue declarado responsable de "homicidio culposo" tras 9 años de espera. La pena: 3 años, que no serán de cumplimiento efectivo.
— Patricio Eleisegui (@Eleisegui) December 14, 2020
En 2016, los jueces Ángel Duarte; Romelio Díaz Colodrero y José Luis Acosta, absolvieron a Prietto, si bien decía lo contrario la autopsia, que confirmaba la presencia de endosulfán en sangre y órganos de Nicolás, las muestras de orina, la sintomatología clínica y el estudio del suelo de la quinta. El juicio logró reanudarse, a 4 años de la primera sentencia y a 9 años de la muerte de Nicolás, por decisión del Supremo Tribunal de Corrientes que hizo lugar a la apelación de la Fiscalía y el abogado de la familia, Julián Segovia.
Entre los testigos están el hermano de Nicolás y el padre de Celeste, quienes trabajaron para Prietto y ya confirmaron ante el tribunal las inexistentes condiciones de seguridad para la aplicación de los agrotóxicos. También habrá declaraciones de los vecinos, como ocurrió en 2016, que denunciaron cómo el productor intentó esconder las pruebas.
Cabe recordar que desde 2013 el uso de endosulfán está prohibido en Argentina. Esto no quita que su uso continúa, como pruebas diversos estudios hechos sobre los alimentos.
Con información de Agencia Tierra Viva