ANUARIO 2020 | El impacto de la pandemia a nivel local: caída de los salarios y aumento de la pobreza y la indigencia.
Luego de cuatro años de macrismo donde la cantidad de pobres aumentó un 22% y la de indigentes un 28%, la pandemia sumió aún más en la pobreza a nuestra población. Según datos del Indec publicados en septiembre, el 40,9% de los argentinos es pobre y el 10,5% es indigente, es decir, no tiene ni para comer. El sector más afectado es el de les niñes: el 56,3% de la población de 14 años o menos es pobre.
Pero, además, los pobres se hicieron mucho más pobres: la distancia entre los ingresos de un hogar pobre y la línea de pobreza se ubicó en 41,2%, el valor más alto de la serie por cuarto semestre consecutivo.
Pero en nuestra provincia los números son aún peores: en el Gran Santa Fe, la pobreza es del 42,6% y en el Gran Rosario del 41,8%, mientras que la indigencia es del 10,9% y el 13,3%, respectivamente. En personas: hay 226.866 pobres en el Gran Santa Fe, de los cuales 58.150 no les alcanza para comer.
La cifra general de desocupación en todo el país, según los datos de septiembre, es del 13,1%, pero en el Gran Santa Fe es del 20,3%, y sólo la superan Mar del Plata (26%) y Ushuaia-Trelew (22%). El efecto de la cuarentena pegó durísimo en nuestro conglomerado urbano, donde también se desplomó la tasa de empleo y, en consecuencia, la tasa de actividad en general. El tortazo sucedió en apenas tres meses: en el primer trimestre de 2020 la desocupación en nuestra región era de apenas 6,2%.
La tasa de actividad (personas con una ocupación o que, sin tenerla, la buscan activamente) bajó de 42,8% en el primer trimestre a 38,2% en septiembre. La tasa de empleo, de 40,1% a 30,5%. Significa que en tres meses se pasó de 214 mil personas empleadas a 163 mil.