ANUARIO 2020 | La crisis ambiental pasa flotando delante de todos nosotros.
Una muchedumbre peces muertos en el río Salado estrujó tripas y corazón hacia el final del año. No es nueva la mortandad de peces por falta de oxígeno en el agua (causada por múltiples factores, uno de ellos, la contaminación). Sin embargo, la cantidad de sábalos, bagres, palometas, mojarras, doraditos y tarariras que se acumularon en diciembre fue extraordinaria.
El gobierno de Santa Fe lo atribuyó a la bajante histórica de los ríos sufrida en este año de sequía feroz. “La principal hipótesis que manejamos con los biólogos es que se trata de un fenómeno natural por la bajante pronunciada histórica y extraordinaria, sumado a la poca lluvia y el calor”, dijo Gaspar Borra, subsecretario de Recursos Naturales. Y agregó: “Desde el Ministerio estamos haciendo numerosos estudios de peces y del agua para confirmar o descartar factores antrópicos, es decir, ocasionados por el hombre”.
Lo que no mencionó es que, en cualquier caso, hay responsabilidad humana. La ONU volvió a alertar, este 2020, que tanto las sequías como las inundaciones son consecuencia del cambio climático.