Las nuevas cepas de Covid 19, más contagiosas, y la falta total de medidas para cuidar a la población, están llevando a Brasil a un colapso histórico en sus servicios de salud. En este momento 25 de los 27 estados de ese país tienen más del 80% de sus unidades de terapia intensiva ocupadas.
Mientras Jair Bolsonaro sigue poniendo en duda los peligros de la pandemia y la semana pasada pidió a la población que "deje de quejarse" por el coronavirus, Brasil supera día a día su récord de muertes y contagios.
"El análisis de nuestros investigadores sugiere que es el mayor colapso del servicio de sanitario en la historia de Brasil", señaló Marcelo Queiroga, nuevo ministro de Salud brasileño, el cuarto desde que empezó la pandemia.
En las últimas 24 horas se registraron 99.634 casos y 3.149 muertes por coronavirus, un récord absoluto. Con estas cifras, Brasil alcana los 11.700.431 contagios y 285.136 fallecimientos desde el inicio de la pandemia.
Ante estos números catastróficos, Queiroga instó a los brasileños a "usar mascarillas y lavarse las manos", pero no llegó a sugerir la alternativa de un cierre de actividades o nuevas medidas de distanciamiento social. Según el ministro, "los cierres se usaron en situaciones extremas y no pueden ser política central del gobierno".
Funcionarios de salud del estado más poblado, Sao Paulo, le pidieron que considere imponer un cierre nacional ante las cifras récord de fallecimientos que se registran. En los hospitales públicos de ese estado la ocupación de camas es del 90,6% y hay 67 distritos que ya tienen las camas ocupadas al 100%. Además trascendió que hay más de 200 personas esperando atención de camas UTI.
Una de las ciudades más comprometidas es Rio Grande Do Sul, que tiene la ocupación de camas al 100% y al tener frontera con la Argentina y Uruguay, compromete la salud de las ciudades fronterizas.
Según los expertos, el gran problema que hoy impide frenar el alza de la curva de contagios son las nuevas cepas del virus, que se transmiten con más facilidad y en algunos casos son aún más mortales, y la falta total de medidas por parte del gobierno de Bolsonaro que insten a la población a circular menos y evitar así los contagios.
En poco más de un mes la situación sanitaria se agravó de forma aterradora: en la semana del 7 de febrero se registró un promedio semanal de 38 mil casos, hoy Brasil ya está en los 70 mil casos promediando los últimos siete días.