Alta desocupación y bajo nivel de actividad, el impacto de la crisis del coronavirus en los trabajadores. Sin embargo, las cifras de cierre de 2020 muestran una mejora respecto del inicio de la pandemia.
Los datos del mercado de trabajo del Indec muestran la profundidad de la crisis del coronavirus, pero también cómo se va mejorando desde su pico al comienzo de la pandemia. Al cierre de 2020, había un 11% de desocupados en una población activa –que trabaja o busca trabajo– que alcanzaba el 45%. La primer cifra es muy alta, la segunda cifra es muy baja, aproximándose a las de 2004, en plena salida de la crisis de 2001.
El marco de la pandemia hace complejo buscar el punto de comparación. Respecto de 2019, el impacto sobre los trabajadores fue contundente. El año pasado cerró con una actividad del 47,2% y una desocupación del 8,9%. Pero la pandemia, medida en el segundo trimestre de 2020, demolió el mercado de trabajo al punto de que la actividad alcanzó apenas el 38,4% y la desocupación subía al 13,1%. Es decir, varía el enfoque entre la comparación interanual con un año no pandémico y el cotejo con el inicio de la pandemia, que muestra un proceso de mejora en una situación extraordinaria.
Como siempre, el grupo poblacional con más obstáculos para ingresar al mercado de trabajo son las mujeres, específicamente aquellas que tienen entre 14 y 29 años, donde la desocupación alcanza el 26%. También sigue firme en sus características el trabajo no registrado o sin descuento jubilatorio, que abarca al 32,7% de los empleados.
Los puntos con mayores niveles de desocupación son los partidos del AMBA –el llamado "conurbano"– con 14,1% de trabajadores sin empleo, pero buscándolo. Luego viene el Gran Rosario, con 13,6%, Gran Córdoba, con 13%, y Ushuaia-Río Grande con 12,8%.
El Gran Santa Fe tiene, relativamente, buenas cifras: 7,8% de desocupación, un nivel de actividad de 44,9% y una tasa de empleo de 41,4%.