Profundo dolor por la prematura muerte del periodista y militante de derechos humanos Juan Emilio Basso Feresin.
El periodista y militante de Hijos Rosario Juan Emilio Basso Feresin, conocido en su ciudad como Juane Basso, falleció este miércoles por la noche en la ciudad del sur provincial a los 44 años. Juane sufrió una descompensación mientras jugaba al fútbol, sus amigos intentaron reanimarlo pero, al llegar la ambulancia, ya había perdido la vida.
Basso nació en cautiverio el 11 de febrero de 1977, un día después de la desaparición de su padre, ocurrida en la ciudad de Santa Fe. Lo relató de esta manera: “Apenas nací, en la UP 6 de Paraná, me anotaron con el apellido de mi vieja, María Eugenia Saint Girons. A los 9 años incorporé el apellido de mi viejo adoptivo, Hugo Basso. Hace 10 logré obtener el de mi padre biológico, Emilio Feresin, desaparecido por los genocidas. Me dicen Juane”.
Juane fue un activo militante del movimiento de derechos humanos de Rosario, integró la red nacional de Hijos y siempre estuvo presente en las luchas de las minorías y de los excluidos. Su partida deja un vacío enorme que sus compañeros y compañeras de militancia se encargarán de llenar. En las primeras horas después de la triste noticia, organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos expresaron su dolor ante la prematura partida de Juane.
Además de su participación ininterrumpida en el movimiento de derechos humanos, Basso también se dedicó al periodismo y la autogestión. En 1999 fue uno de los fundadores del periódico El Eslabón. Desde esa plataforma, junto a sus compañeros y compañeras, formaron la cooperativa La Masa, responsable de la edición del portal de noticias Redacción Rosario.
El legado de Rodolfo Walsh atraviesa toda la vida de Basso. El nombre completo del periódico que ayudó a alumbrar es “El Eslabón de la Cadena Informativa”, una referencia al imperativo de Walsh durante la última dictadura corporizado a través de la Agencia de Noticias Clandestinas. Por ese legado, que Juane supo preservar y continuar, a todos los compañeros y las compañeras del movimiento cooperativo, de las organizaciones de derechos humanos y del campo nacional y popular: ¡hasta la victoria siempre!