Ante la caída del empleo registrado, trabajadoras y trabajadores se quedaron sin el beneficio que percibían al aportar al sistema contributivo. Para compensar esa pérdida, creció la asistencia estatal por medio de la AUH.
Por Álvaro Arellano (*)
Diciembre de 2020 finalizó con más beneficiarios de Asignación Universal por Hijo (AUH) que de Asignaciones Familiares (AAFF), un fenómeno que no ocurría desde el año 2015 y que se explica principalmente por la reducción de la cobertura a hijos de trabajadores en relación de dependencia, provocado por la caída de empleo registrado que sufrió Argentina durante el primer año de pandemia.
Si bien la crisis económica y de empleo posibilitó ese cuadro de situación, el Estado intentó compensar la pérdida por medio de la cobertura del sistema no contributivo. Ante la caída de AAFF se dio un crecimiento en la cantidad de beneficiarios de AUH, que no logró evitar una importante caída en el total de asignaciones para amortiguar la crisis.
Entre fines de 2019 y de 2020, la cobertura para hijos de trabajadores en relación de dependencia se redujo en 472.289 Niños Niñas y Adolescentes (NNyA), mientras que la cobertura de la AUH aumentó en 179.191 NNyA. A propósito de esta prestación, vale aclarar que, hasta febrero de este año, presentaba un promedio que no superaba los dos niños por titular, contrarrestando la idea de que la mayoría de las madres que cobran la prestación suelen tener más de tres o cuatro hijos.
El dato que expuso una mayor cantidad de Asignaciones Universales por Hijo que Asignaciones Familiares, se desprende de un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). Allí se observó que en diciembre de 2020 se abonaron 8.507.522 asignaciones totales, de las cuales el 52,6% (4.252.722) fueron Asignaciones Universales por Hijo y 47,4% (4.153.800) Asignaciones Familiares por hijo. El dato relevante de este reparto, tiene que ver con que, por primera vez desde fines de 2015, la cantidad de AUH supera a las AAFF.
La Asignación Familiar se trata del beneficio que perciben aquellos trabajadores en relación de dependencia, con hijos menores a 18 años y quienes reciben ingresos mensuales que están entre el tope mínimo y máximo de los montos vigentes para percibirlo. Mientras que la Asignación Universal Por Hijo alcanza a trabajadores no registrados o monotributistas sociales con hijos menores de 18 años.
Con lo cual se deduce, con el respaldo de la pérdida de empleo registrado que atravesó el país durante 2020, que esa modificación en la proporción de las coberturas se da como consecuencia de la cantidad de trabajadoras y trabajadores que se quedaron sin empleo y por ende afuera de la posibilidad de recibir una asignación a partir del aporte que realizan al sistema.
Según datos del Ministerio de Trabajo de la Nación, en diciembre pasado se contabilizaron 11.941.000 empleados registrados, lo que marcó una baja del 1,8% (222.400) respecto a diciembre de 2019.
Evolución durante 2020
Tomando en consideración que la población estimada de NNyA en el año 2020, según las proyecciones poblacionales basadas en el último Censo Poblacional realizado por Indec, fue de 13.151.586 personas, la cobertura de ambas prestaciones alcanzó aproximadamente el 62,3% (8.507.522).
Al analizar mes a mes la cobertura que existió al sumar ambas prestaciones, los datos exponen una relativa estabilidad del total de asignaciones otorgadas con un leve descenso desde julio de 2020 que se acentúa hacia finales de año producto de la fuerte caída de la actividad económica.
En ese último período del año es cuando la AUH gana terreno sobre las AAFF, llegando casi a 180 mil beneficiarias más respecto a 2019, mientras que en la misma comparación hubo casi 430 mil personas menos recibiendo la Asignación Familiar.
El informe de la OPC, destaca que uno de los factores que también pudo incidir en el crecimiento de beneficiarias de AUH fue la publicación del Decreto 840/2020 que introdujo modificaciones a la Ley 24.714 durante noviembre de 2020 con el fin de extender la cobertura de las asignaciones universales.
Se detectó que entre noviembre y diciembre de 2020 las AUH crecieron en 52.355 NNyA y, si no se considera la disminución evidenciada en el mes de noviembre, el incremento entre octubre (mes previo al dictado del Decreto 840/2020) y diciembre fue de 39.496 beneficiarios.
Durante 2020, el gasto devengado por el Estado Nacional en políticas públicas destinadas a niñez y adolescencia alcanzó los 969.696,7 millones de pesos, cifra que representó el 3,6% del PBI y el 13,8% del total del gasto del Estado Nacional, con un porcentaje de ejecución de aproximadamente 100% del crédito vigente.
La mayor parte del gasto (84,7%) se destinó a ayudas económicas a hogares efectuadas para complementar ingresos, en primer lugar, y mejorar la nutrición, en segundo. Anses fue el organismo que mayor gasto realizó, con 73,8% del total.
Mitos sobre AUH
Los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso reflejan una realidad compleja en materia de empleo en el marco de la pandemia, aunque, por otra parte, al mirar el vaso medio lleno exponen la importancia de la asistencia del Estado ante situaciones extraordinarias como una pandemia mundial que provocó una crisis económica global.
Si bien ante esta situación emerge un significativo aumento de Asignaciones Universales por Hijo, el análisis de los datos permite corroborar datos que echan por tierra afirmaciones que se instalan en el inconsciente colectivo. Tal es el caso de la idea de que predominan en la sociedad argentina madres con tres, cuatro o más hijos beneficiarias de la AUH.
De acuerdo a los datos de Anses, esa hipótesis no solo puede ser descartada de plano, sino también contrarrestada a partir de la evolución de la asistencia. Al momento del lanzamiento en 2009, la relación entre hijos y titulares era de 1,85 Niñas Niños y Adolescentes (NNyA) por titular. A febrero de 2001 se registra una relación de 1,77 NNyA por titular.
En base a los mismos datos, se destaca la disminución en la tasa de sobreedad. Esto es, menor cantidad de alumnos que se encuentra cursando un año con mayor edad a la que debería. En primaria, esa tasa pasó del 17,9% en 2012 al 8% en 2019. Mientras que en secundaria al comparar el mismo período, disminuyó del 38,3% al 25,6%.
(*) Fuente: elciudadanoweb.com