En la última semana se aplicaron vacunas al más alto nivel logrado en el país. Sin embargo, el stock se agotó totalmente en tres provincias, una es Santa Fe, y casi no hubo distribución nueva. Este fin de semana se espera la llegada de embarques de Sputnik V y AstraZeneca.
Apenas 196 mil vacunas se distribuyeron en la última semana, cuando en la semana anterior se habían repartido 1.643.251. El ritmo de vacunación se mantuvo igual bien arriba y, como resultado, sólo tres provincias en el país están por debajo del 10% de la población con al menos una dosis recibida. En todo el territorio nacional, el 12,32% de los habitantes ya recibieron una vacuna.
El cuello de botella de los últimos días es evidente, se espera un nuevo empujón con el arribo de 864.000 vacunas de AstraZeneca en el marco del plan COVAX de la ONU. También el domingo se espera por el regreso desde Rusia de un avión de Aerolíneas Argentinas, con un embarque no determinado aún de Sputnik V, la vacuna que viene sosteniendo el plan argentino: ya llegaron 4.467.745 dosis que se comenzara a inmunizar a la población contra el coronavirus.
Pese al agotamiento del stock, el ritmo promedio de vacunación no frenó. Según los datos de NOMIVAC, en la semana que fue del 8 al 15 de noviembre se mantuvo el ritmo de inoculación más alto desde el inicio de la campaña, con 932 mil inoculaciones que alcanzaron al 2,1% de la población. En promedio, se aplicaron 133 mil vacunas al día, tanto de primera como de segunda dosis.
De ese modo, sólo tres provincias todavía no llegaron al 10% de la población inmunizada. Cabe destacar un dato absoluto que los porcentajes ocultan. Argentina ya aplicó 6.226.872 vacunas. Esa cifra alcanza para vacunar dos Uruguay. De esas más de seis millones de vacunas, 2.404.048 fueron aplicadas en la provincia de Buenos Aires (el 38% de las vacunas). El despliegue de la campaña de vacunación en esa provincia es el mayor del país. En términos relativos, sobre una población de casi 18 millones de personas, el porcentaje oculta el esfuerzo realizado.
Es muy llamativo el caso de Córdoba, que presenta un porcentaje muy bajo de población vacunada pero que todavía tiene un stock de vacunas suficiente como para poder avanzar.
A diferencia de Córdoba, en la semana que se fue quemaron sus cartuchos Santa Fe, La Pampa y San Luis. El distrito con menores problemas de logística para la vacunación, la Ciudad de Buenos Aires, quedó al límite, junto con Corrientes y La Rioja. A nivel nacional, quedaban, no obstante, un poco más de un millón de vacunas disponibles para aplicar.