Más allá de los cantos de cancha, la pasión por Colón supo ganarse compases y versos en la música santafesina como expresión de un sentimiento popular que forma parte del repertorio poético de artistas de distintos estilos. Sin recaer en recursos poco novedosos como repasar la historia o, peor aún, en personajes o futbolistas puntuales, estas canciones supieron enfocarse en los sentimientos que genera el club, en su presencia en la vida de los humildes, en la mística del negro que no se achica y sueña con conseguirlo todo.
Fiesta Descontrolada I y II, de Los Palmeras, son las piezas icónicas, está clarísimo: el acordeón épico de Marcos Camino, que va a retumbar para siempre en las calles de Santa Fe y la capacidad del grupo de enfiestar y emocionar al mismo tiempo. Inspirada en la murga uruguaya de Canario Luna y enganchada con los cantos clásicos de la hinchada, los más grandes músicos santafesinos se convirtieron en la banda de sonido oficial de las previas y los festejos: desobediencia a la policía, vino, porrón y hasta el grito de Horacio Guarany (en el primer volumen), a estos casi 45 minutos en total no le faltan nada. La de Fabián Mazzi, cuya voz interviene en las dos entregas de estas canciones para Colón, es una presencia amigable para muchos de los hinchas de hoy, es otro que se cansó de atar nudos en las gargantas con sus relatos por radio.
Los del Bohío, otro de los grandes de la cumbia santafesina, habla en A mi gente del hincha característico, pero por elevación, nombrando al pueblo trabajador, a los pescadores y a los propios artistas cuya vida es un día a día de muchos sacrificios y contadas alegrías: “Pueblo divino, morrudo, sabalero/papel picado, botija bajo el sol/sigue tu lucha del pan y del trabajo/que la riqueza es linda y la miseria no”. La letra y la guitarra de Juan Carlos Denis, que da clase y también emociona.
“Sensibleros poetas orilleros” se escucha en Los del Bohío, casi que prediciendo a la aparición de muchachos como Gustavo Angelini, que después de una visita alucinante escribió Magnífico Alto Verde. En este recorrido interpretado por Carneviva se habla de las casas de colores, laberintos de arena y canoas tambaleantes. Entre todo eso, un grito eterno para después de cada partido con final feliz: “Colón había ganado/íbamos bailando y bailando”.
La enumeración puede seguir: Locura Popular de Toponauta es la pieza más pop muy cariñosa, sobre el aliento y el deseo común de todo el barrio Centenario; Grupo Cali ya sacó su Colón mi razón de ser con la base de Mi razón de ser y el Colón Campeón con la melodía de Me llevo tu amor; como bonus track, una joya perdida de una banda extinta, Die Morrone con su Nico, mecánico dental es una pieza delirante que nos habla de un personaje que “tiene pan para esa esquina de pescado, sabalero”.
Y, por supuesto, ningún listado podría esta completo si no mencionamos el “Soy sabalero” de Los Palmeras que el 9 de noviembre de 2019, en la Nueva Olla de Asunción, estremeció a la hinchada de Colón y puso al rojinegro en el radar del mundo del fútbol.