Por Gabriela Bruno
¡¡¡Colón campeón!!! ¡Gritos agolpados en la garganta, la emoción al rojo, al rojo y negro! Las sensaciones de alegría mezcladas con tanta evocación al Viejo, al que nos hizo sabaleras/os, pero hasta el tuétano... Rápidamente mis ojos se turbaron y me trasladé... Colón te transporta a lo alto de la copa y a la cantidad de veces que lo oí putear porque “no nos merecíamos perder, si habíamos jugado bien”.
Colastiné, la parra, los tintos compartidos con la abuela Dominga, el cuadro de Juan Arancio que nos acompañó toda la vida como un gran estandarte marcando con orgullo nuestra pertenencia sabalera, las miles de anécdotas entorno a Colón que signaron nuestra vida, los amigos, las mesas largas, la parrilla siempre prendida, los sábalos desfilando por doquier –por suerte algunos caían sobre el cartón que oficiaba de plato para comer en yunta. La ruta 1, que era menos transitada, las idas y venidas al galpón, los camiones, el laburo de sol a sol, sus chancletas, su picardía, su elegancia, su don de gente, su transcurrir con tanta intensidad y me di cuenta cuánto lo extrañaba en ese momento, y en tantos otros...
“Cómo hubiese disfrutado semejante triunfo”, nos decíamos con mi vieja y mi hermana, añorando ese fuego que nos dio el ser.
Cuánto se pierde una de dimensionar el presente sin percibir que un día se esfuma, se transforma, se convierte. Y viene latiendo el Sabalé en los/as sobrinos/as, los amores, los sentimientos que nos dan identidad, que están bien firmes en nuestro ADN para saber que no se trata solamente de un partido.
Colón Campeón es un viaje al corazón de la familia, a la esperanza intacta, es una emoción casi ancestral que recorría nuestras venas. Y el Viejo flotando ahí, ¡más presente que nunca! Gol tras gol el corazón se nos agigantaba. Y el festejo que hubiera sido si Papi, don Bruno, el Negro estaría por acá abajo.
Y ahí nomás, esa canción que nos acurrucaba se hizo presente: “Vayan pelando las chauchas, vayan pelando las chauchas... Sabalero, sangre de campeones, Sabalero, garra y calidad”.
¡¡¡Colón es familia!!!