Rodolfo Mingarini consideró en su sentencia que si hay preservativo no hay abuso sexual y el reclamo por una reforma judicial feminista se acrecienta. Por el repudio social, la Corte investigará al magistrado.
“No puedo relacionar y entrar en la lógica de colocarse el profiláctico para tener esta relación cuando tiene que estar sometiendo a la víctima”, sostuvo el juez Rodolfo Mingarini, de los Tribunales de la ciudad de Santa Fe, al argumentar la liberación de un imputado por abuso.
Los dichos del magistrado tomaron gran repercusión pública el pasado 3 de junio, día en que se conmemoraba el sexto aniversario de las masivas manifestaciones que en 2015 exigieron #NiUnaMenos. El caso fue dado a conocer por la periodista Bárbara Favant (Periódicas - Diario UNO), quien accedió al video de la audiencia celosamente guardado por el Poder Judicial.
El caso se inició en abril cuando una mujer denunció ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) que un albañil que trabajaba en una obra de construcción cercana a su domicilio la sometió sexualmente. El juez Mingarini decidió liberar al imputado argumentando no entender cómo era posible que en una relación forzada el supuesto abusador pudiera ponerse un preservativo. Además indicó que no había “suficiente evidencia” para determinar el abuso y que valoraba que el imputado se haya presentado voluntariamente ante la Justicia.
Un juez de Santa Fe liberó a un imputado por abuso sexual debido a que usó un preservativo
El hecho dio vueltas por el todo el país, en coincidencia con una fecha sensible para el movimiento feminista. “No hay Ni Una Menos sin reforma judicial feminista”, fue uno de los reclamos más fuertes.
“Resoluciones como estas se repiten a lo largo de toda la provincia”, comenta la abogada Carolina Walker, especialista en violencia de género y delitos sexuales. “Lo vimos en Reconquista con el juez Martelossi liberando a los imputados del caso Rocío Vera; en Firmat, con la liberación del abusador Juan Stefani Candia. En la mayoría de estos fallos lo que se pone en duda es la palabra de la víctima, sin tener en cuenta que ese relato surge a partir de un hecho traumático, atravesado muchas veces por la vergüenza, la culpabilización. El análisis que se hace en este caso del consentimiento demuestra una falta total de formación en género y de análisis de todas las nuevas tendencias a nivel internacional sobre este tema”.
La falta de escucha a la víctima y la desestimación de las pruebas, fueron casi totales por parte del juez Mingarini. La fiscal Celeste Minitti, en representación del MPA, presentó en la audiencia el informe psicológico donde se indicaba que “la víctima se encuentra orientada en tiempo y espacio, sin alteraciones en la memoria, ni alteraciones sensoperceptivas y que, además, a lo largo de su relato se pueden registrar varios momentos de angustia en relación a que iba contando lo sucedido”. Además, las pericias médicas concluyeron que la mujer sufrió lesiones compatibles con un abuso y golpes en otros lugares del cuerpo.
Repudio
La resolución de Mingarini no solo no pasó desapercibida en los medios y el movimiento de mujeres, sino que motivó la presentación de una denuncia conjunta por parte de 20 diputadas provinciales de distintos espacios políticos en la Procuración General de Santa Fe.
En el escrito solicitan que se investigue la conducta del juez Mingarini y que disponga las sanciones correspondientes, que pueden ser administrativas o puede derivar en un jury. Además, presentaron un proyecto de Comunicación en la Legislatura para pedir la intervención del Poder Ejecutivo ante la Corte Suprema de la provincia para que aborde el particular.
Consultada sobre esta situación, la funcionaria del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia, Florencia Marinaro, indicó: “Anhelamos que haya respuestas institucionales de parte del Poder Judicial que estén a la altura y se pongan en marcha de forma urgente, frente a una situación que muestra a las claras revictimización y reproducción de estereotipos de género”.
Diputadas presentaron una denuncia conjunta contra el juez Mingarini
Respecto de la Ley Micaela, de la cual la cartera de Género es autoridad de aplicación, Marinaro señaló: “que se vienen haciendo encuentros a través del Centro de Capacitación Judicial de la Corte, pero no nos podemos meter ni en los contenidos ni en el dictado porque no tenemos competencia”.
La funcionaria remarcó que sobre lo que sí vienen trabajando en el marco de la Ley Micaela es en las capacitaciones para quienes ingresen como magistrados, defensores y fiscales. “El año pasado fueron 300 personas y ahora estamos empezando con los que van a concursar este año. Si no tienen la capacitación no se pueden presentar y en el examen oral también se hacen preguntas relacionadas a estos temas”.
Sobre esto, Walker aporta: “La reforma feminista de la Justicia tiene que empezar por la formación en género de todos los agentes judiciales y también por dejar de naturalizar este tipo de fallos. Que argumentos tan misóginos como los de Mingarini sean reavisados por instancias superiores es fundamental para una reforma feminista”.
La cofradía machista
Ante el revuelo mediático y social, la Corte Suprema de Justicia provincial resolvió abrir una investigación interna -disciplinaria- sobre Mingarini. Pero para tal investigación el máximo tribunal designó al juez Alejandro Tizón, quien ya había intervenido en favor de Mingarini en otro fallo repudiado por su sesgo machista.
Desde la Mesa Ni Una Menos Santa Fe manifestaron su preocupación por la designación de Tizón. “Dicha preocupación no sólo se funda en la estrecha relación que ambos mantienen como Presidente y Vice del Colegio Pleno de Jueces Penales sino que además se sienta en el precedente de otro caso de violencia de género donde Tizón, en segunda instancia, avaló la decisión de Mingarini, por la que un violento que había quemado y golpeado a una mujer quedó en libertad, negando el pedido de prisión preventiva solicitado por la Fiscal a cargo, dejando a la víctima en situación de desprotección y expuesta a nuevas agresiones del violento”.
Esta decisión de la Corte pone en alerta al movimiento feminista de la ciudad que reclama: “Ante este panorama alarmante nos pronunciamos: las mujeres y diversidades organizadas no admitiremos ni justicia machista ni protección corporativa. Basta de violadores y violentos sueltos”.
La apelación
Esta semana se conoció que el MPA apeló la resolución de Mingarini tras rechazar la prisión preventiva al hombre imputado por abuso sexual. “Presentamos una apelación porque planteamos, en primer lugar, que el juez no escucha lo que dice la fiscal y afirma que hay cosas que no le quedan claras o que duda, cuando la fiscal las explicó en detalle. En segundo lugar, siguiendo el precedente de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires en el caso Lucía Pérez, solicitamos la nulidad de la resolución por falta de imparcialidad por juzgar con estereotipos de género”, explica a Pausa la fiscal Alejandra del Río Ayala, de la Unidad de Delitos Sexuales. La apelación lleva la firma unánime de los fiscales Minniti, Matías Broggi, Roberto Olcese y Del Río Ayala.
Ante versiones periodísticas que indicaron que en realidad el imputado no había quedado libre por usar preservativo sino por otras pruebas, la fiscal aclara: “En realidad sí lo deja libre por eso. Porque en el análisis que hace para determinar la preventiva, el juez dice que no hay posibilidades de que este hecho haya ocurrido y ahí usa ese argumento del preservativo”.
“Desde la Unidad de Delitos Sexuales no se está cuestionando que no se haya dado la prisión preventiva, porque eso puede pasar, el tema son los fundamentos que utiliza para llegar a este rechazo. Eso es lo grave. Lo que ya no puede seguir pasando”, señala Del Río Ayala.
Consultada respecto de cuáles son los cambios que deberían darse para pensar en una Justicia feminista, la Fiscal comenta: “Primero creo que pasa por una formación transversal en género, dejar de pensar que los prejuicios y los estereotipos están solo en los casos donde las afectadas somos mayormente las mujeres porque también es un error; pensar en otro tipo de delito que no sean necesariamente la vida, la integridad física, la integridad sexual, sino poder hacer una lectura de otros tipos penales. Pero todavía lo veo muy lejano porque todos estamos socializados en patrones estructurales machistas y es muy difícil despojarse de eso”.