Para ver con papá: una de geeks daneses versus motoqueros

En exclusiva para socies del Cine Club Santa Fe y suscriptores del periódico Pausa, las mejores pelis para descargar y mirar en la comodidad de tu hogar.

El método es simple: enviás un correo a [email protected] si sos socie del CCSF o a [email protected] si tenés suscripción a Pausa. En el asunto ponés PEDIDO DE PELÍCULAS, chequeamos que estés en lista y te facilitamos la descarga. Más fácil, imposible.

Estas son las películas recomendadas por el presidente del CCSF, Guillermo Arch, para esta semana:

Hace un poco más de un mes recomendamos el film estadounidense Clemency que trataba sobre parte del personal de justicia de ese país encargado de ejecutar la pena capital; el año pasado ganaba el prestigioso Oso de oro de la Berlinae La vida de los demás, film iraní que, en cuatro capítulos, aborda la misma temática: los enemigos geopolíticos no se reprochan esas miserias morales.

El cine iraní es una de esas filmografías que viene dando que hablar en la cultura cinematográfica desde la última década del siglo pasado, cuando su producción comenzó a renacer de los restos de guerras y revoluciones; lamentablemente en los últimos tiempos se repiten los actos de censura sobre lo mejor de la producción del país por parte de su gobierno. Al recordado encarcelamiento de Jafar Panahi –que no impidió que su producción Esto no es un film saliera cinematográficamente de Irán en un pen para ser estrenada en Cannes– se suma la prohibición de salir de Irán a Mohammad Rasoulof, director de La vida de los demás, que no pudo ir a recibir la distinción a Berlin.

There is no evil es el título internacional en inglés elegido por la producción de este film, que se puede traducir “No hay maldad” –un tanto alejado de la operación que supone “rebautizarla” La vida de los demás que nos remite casi reflejamente al gran film alemán La vida de los otros–; y está filmada en cuatro capítulos, como dijimos, que abordan el tema central desde diferentes ángulos morales, pero también desde distintos registros narrativos que van desde el acompañamiento despojado del personaje del primer capítulo, a la acción o el drama familiar de los que le siguen.

DeSvelado

En el 2005 llegó a nuestra sala una comedia danesa, Las manzanas de Adam, dirigida por Anders Thomas Jensen (era su tercer film), protagonizada por un actor de perfiles afilados y aspecto rudo. Era la primera vez que veíamos al genial Mads Mikkelsen. Este último despegó en su carrera hasta el firmamento del Star System, el primero siguió haciendo comedias para el mercado danés, una mejor que otra, y en ellas siguió actuando Mikkelsen. Esta semana recomendamos la última colaboración entre estos amigotes, Riders of justice que, por supuesto, no defrauda para nada. Comedia que junta a un grupete de geeks (subespecie de nerds fanatizados por la tecnología) con un comando del ejército danés contra una pandilla de motoqueros, tratando de domar, entre algoritmos, hackeos y estadísticas, a la casualidad y la causalidad.

Cine Estudio

Un poco antes del rodaje de Panelstory, que recomendamos la semana pasada, Vera Chytilová comenzó a filmar Kalamita (Calamidad), pero los problemas de producción y las revisiones de la censura hicieron que se interrumpa hasta 1982. La polémica fue creciendo, y aunque se estrenó sin un lanzamiento publicitario, el nombre de la cineasta ya estaba instalado en la sociedad checa y los cines de Praga se llenaron para ver su última comedia.

La calamidad que reza el título se desgrana en pequeñas calamidades cotidianas hasta la del final de la película, siguiendo el derrotero de un maquinista de tren. Y como en Europa (tal vez en todo el mundo) los sistemas ferroviarios parecen reflejar la idiosincrasia de cada país, el film es una ácida pintura de la sociedad checa transitando su última década de socialismo.

Documental

Una de las vetas más explotadas del género documental es aquel que retrata la naturaleza. Tal es la escala que ha tomado, que hay canales de televisión por cable dedicados a este único subgénero. Van desde el mundo animal, a los lugares más inhóspitos del mundo y uno de sus tópicos más comunes –y necesario– es la denuncia frente al desastre ambiental que la humanidad se está poniendo de sombrero.

Aquarela del gran documentalista ruso Viktor Kosakovsky, retrata un único elemento, el agua, tan caro al arte cinematográfico como metáfora del tiempo, y se inscribe en la tradición inaugurada por Koyaanisqatsi (Godfrey Reggio, 1982) con algunos elementos de otro grande en estas lides, Werner Herzog. Desde la helada Groenlandia a los huracanes tropicales y de los congelados lagos rusos a los mares embravecidos, la cámara de Kosakovsky toma el multiforme cuerpo acuático a 96 cuadros por segundo (el cuádruple de la exposición habitual) con música de los rockeros violonchelos de Apocaliptyca de fondo.

Cortometraje

Volvemos a Irán –o continuamos, ya que el último corto que compartimos era de Abbas Kiarostami– con Weekend, un redondo trabajo firmado por Ario Motevaghe presentado en el Festifreak, que reafirma que la temática de There is no evil está provocando un profundo debate interno por aquellos lugares.