Un artículo publicado en la última edición de The Lancet pone en cifras el fracaso del fondo de vacunas de la ONU para alcanzar la inmunidad de rebaño a escala mundial. A este ritmo, los países pobres estarán vacunados en 57 años, mientras que los más ricos lograrían la inmunidad dentro de seis meses.
Con la firma de Ann Danaiya Usher, la revista científica The Lancet publicó un artículo que describe cómo el último gran sueño colectivo de la humanidad fue un chiste mórbido más del capitalismo. Un año después de su lanzamiento, el fondo COVAX, destinado a proveer de vacunas a los países más pobres del mundo, apenas distribuyó 72 de los 172 millones de dosis que tendría que haber administrado al momento, según admitió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. De las 2100 millones de dosis inoculadas en el mundo hasta el momento, COVAX apenas proveyó el 4%. Y lo que es peor, buena parte de esas dosis fueron a países como el Reino Unido o Canadá.
El problema, reconocido por los voceros de COVAX, es que originalmente se pensó que el fondo contaría con una capacidad financiera superior a la de cualquier otra nación, convirtiéndose así en el actor más importante en la compra de vacunas en todo el mundo. Lo que realmente sucedió es que cada nación privilegió sus propios intereses y su capacidad financiera, y así el mercado se estructuró alrededor de acuerdos bilaterales entre Estados y laboratorios, dueños y señores de las patentes, que al día de hoy siguen estando muy lejos de cumplir con los contratos establecidos.
La entidad que maneja a COVAX es la Alianza Global para las Vacunas y la Inmunización (Gavi, por sus siglas en inglés), conformada entre otros por la OMS, UNICEF, el Banco Mundial, los laboratorios, agencias de ciencia y tecnología, la Fundación Bill y Melinda Gates y otras. Recién el 2 de junio, en un encuentro mundial, anunciaron que habían alcanzado los 8300 millones de dólares necesarios para comprar y distribuir vacunas en los 92 países más pobres y de medianos ingresos del mundo. Tardísimo. "Al día de hoy, diez países administraron el 75% de todas las vacunas contra el Covid 19, mientras que en los países más pobres, los trabajadores de salud y las personas con comorbilidades todavía no pueden acceder", dijo Guterres para la ocasión.
Ya en agosto de 2020, Estados Unidos había concretado acuerdos con seis laboratorios por más de 800 millones de dosis, suficientes para vacunar al 140% de su población. Lo mismo hicieron la Unión Europea y el Reino Unido, cuyos acuerdos alcanzan al 225% de su población. El caso de Canadá es conocido: trabó acuerdos para vacunas seis veces a sus habitantes. COVAX no sólo no se convirtió en el principal actor del mercado de vacunas: quedó en el fondo del tarro.
El sistema se iba a financiar a partir de compras de los países más ricos y donaciones para proveer de vacunas a los países más pobres. Lo peor es que, debido a esos acuerdos, COVAX reparte vacunas en Ghana o en Canadá, por igual. Cerca del 20% de las vacunas distribuidas por COVAX fueron a países ricos, que ya tienen buena parte de su población vacunada, para cumplir con los acuerdos establecidos.