Legüera Cartonera es un proyecto editorial que combina materiales de desecho y las obras de colectivos sociales y artistas de la región.
Legüera Cartonera es una editorial local que ya transita su treceava publicación con “Poesía reunida, 2007-2018”, de Candelaria Rivero. Si bien en la historia de este valioso emprendimiento hay obras reeditadas, sus características principales no son otras que los materiales que le dan forma a los libros y sus propósitos. Tal es el caso de la publicación de las mujeres del penal de Santa Fe, promovido por Mujeres para la Libertad, que fue regalado a bibliotecas públicas. “No se vendió, hicimos una tirada especial para el lanzamiento de Legüera y lo regalamos”, comentaron las integrantes del colectivo.
Sobre la gestación del proyecto editorial que surgió en febrero de 2019, Micaela Piccini sostuvo que todo se originó “por las ganas de trabajar desde la palabra, la lectura y su difusión”. “Desde hacía mucho tiempo veníamos trabajando en torno a la lectura desde diferentes lugares, pero estaban las ganas de incursionar en la edición”, destacó.
En este sentido, Legüera cuenta con otra particularidad. “Desde sus comienzos, la hemos conformado mujeres. Somos ocho, de diferentes áreas, abogadas, bibliotecarias, profesoras de arte, profesoras de educación especial, bioquímicas, artistas plásticas. Somos un grupo muy heterogéneo”, remarcaron Marina Etcheverrigaray, Erika Petruzi, Belén Gil, Salomé Gómez, Lucía Bianchi, Susana Ocampo, Viviana Gerboni, Micaela Piccini y Fabiana Ortiz.
Uno de los fundamentos de la editorial da cuenta de la relación con otros colectivos. “Vamos en la búsqueda de esos proyectos que ya tienen. Uno de nuestros trabajos más importantes es el libro ‘Hermanas. Florenciendo en palabras’, que lo editamos junto a la Casa de la Cultura Indo Afro Americana de Santa Fe. Son 12 relatos de mujeres afrodescendientes de Argentina y de Brasil”, detallaron. A ese tipo de trabajo, se añade “Shotaina”, edición que contó con las voces de cinco de jóvenes Qom del barrio Santo Domingo. Lo recaudado por ventas tuvo como destino el aporte para la construcción de las viviendas de sus autores.
“Nos identifican el libro cartonero, la recuperación del material de desecho para transformarlo en un objeto de la cultura. Y a su vez, la recuperación de palabras olvidadas, negadas. Legüera Cartonera se llama así por el instrumento autóctono, el bombo legüero. Dicen que se llama así porque su sonido se escucha a la legua. Jugamos con esas palabras y decimos que las voces que editamos se escuchan a lo lejos. Queremos que se escuchen a lo lejos”, definieron. Al mismo tiempo, no es menor el interés de publicar las obras de autores y autoras locales, hayan o no publicado con anterioridad, con mayor o menor trayectoria.
Finalmente, las hacedoras enfatizaron la motivación que conlleva “la recuperación”, al tender un hilo conductor entre “el material y la filosofía que nos contiene”. “Nos interesa trabajar, editar y luego seguir el trabajo con los grupos, acompañando propuestas, charlas, encuentros, bibliotecas”, señalaron al ponderar el encuentro con otras manos que no dejan de buscar lo mismo. Tal es el caso de la edición, “Desde la cueva”, que se regaló a bibliotecas públicas y espacios de educación en contexto de pandemia en 2020.