La Convención Constituyente de Chile comenzó ayer con un saludo: "Mari mari pu lamngen", dijo la convencional Elisa Loncón, representante mapuche, a cargo de la presidencia. Datos de la jornada y su discurso completo.
Por el voto de las y los constituyentes de Chile, una mujer mapuche de 58 años va a presidir la Convención que terminará con la Constitución que dejó como legado el dictador Augusto Pinochet. Académica de la Universidad de Santiago, profesora de inglés, con posgrados de los Países Bajos y México y dos doctorados, Elisa Loncón inauguró la mayor instancia institucional del país transandino saludando al pueblo: “Mari mari pu lamngen, mari mari kom pu che, mari mari Chile mapu”.
Si bien la presidencia será rotativa durante toda la Convención, el primer lugar otorgado a Loncón es un fuerte signo político. En una votación entre los 155 convencionales, obtuvo 96 votos, más que los 78 necesarios. Loncon ocupa uno de los 17 escaños reservados para pueblos originarios, siete de los cuales fueron para el pueblo mapuche, dos para el aimara y un representante de cada uno del resto: kawésqar, rapanui, yagán, quechua, atacameño, diaguita, colla y chango. La derecha chilena –que detenta el hito histórico de haber estrenado el neoliberalismo como modo de vida, a fuerza de represión y desapariciones–, sólo tiene 38 representantes, tras haber sido vencida sobre todo por candidatos independientes –en su mayoría de izquierdas–, que emergieron al calor de las masivas protestas iniciadas en 2019.
La Convención comenzó ayer, después de que una manifestación fuera duramente reprimida por los Carabineros. “En el momento más lindo, en el momento más hermoso de nuestra historia, nuevamente el Estado y la policía dejan y se comportan pésimo. En este momento, no vamos a empezar al ceremonia hasta que no nos aseguren que afuera se dejó de reprimir a nuestro pueblo”, indicó la constituyente de la Lista del Pueblo, Elsa Labraña. Con tres horas de retraso, la ceremonia tuvo lugar en los jardines del Congreso, en Santiago de Chile. Este fue el discurso completo de Loncón:
Un saludo grande al pueblo de Chile, desde el norte hasta la Patagonia, desde el laufqen, el mar, a la Cordillera, en las islas… A todo el pueblo de Chile, que nos está escuchando. Aquí estamos, lamngen, aquí estamos.
Agradecerle el apoyo a las diferentes coaliciones que entregaron su confianza y depositaron sus sueños en el llamado que hiciera la Nación Mapuche para votar por una persona mapuche, mujer, para cambiar la historia de este país. Nosotros, lamngen, muy felices por esa fuerza que nos dan, pero esta fuerza es para todo el pueblo de Chile, para todos los sectores, para todas las regiones, para todos los pueblos y las naciones originarias que nos acompañan.
Para todos, lamien, organizaciones, este saludo y agradecimiento es también para la diversidad sexual. Este saludo es para las mujeres que caminaron en contra de todo sistema de dominación.
Agradecerles que esta vez estamos instalando aquí una manera de ser plural, una manera de ser democráticos, una manera de ser participativos. Por eso esta Convención, que hoy día me toca presidir, transformará a Chile en un Chile plurinacional, en un Chile intercultural, en un Chile que no atente contra los derechos de las mujeres, los derechos de las cuidadoras, en un Chile que cuide la Madre Tierra, en un Chile que también limpie las aguas contra dominación.
Por eso hermanos, todos los que están escuchando, un saludo especial a todos los lamngen mapuche del Wallmapu. Este sueño es un sueño de nuestros antepasados. Este sueño se hace realidad. Es posible, hermanas y hermanos, compañeras y compañeros, refundar este Chile, establecer una nueva relación entre el pueblo mapuche, las naciones originarias y todas las naciones que conforman este país.
En ese contexto, pu lamngen, esta es la primera muestra de que esta Convención va a ser participativa. Que en ésta Convención elegida, nosotros como pueblo originario, establecimos que iba a ser una dirección rotativa, colectiva, que dé espacio a todos los sectores que están representados aquí. Todos juntos, lamngen, vamos a refundar este Chile.
Tenemos que ampliar la democracia, tenemos que ampliar la participación, tenemos que convocar hasta al último rincón de Chile, que vea este proceso, que sea un proceso transparente, en nuestras lenguas originarias que han estado postergadas durante todo lo que ha sido el Estado nación chileno.
Por los derechos de nuestras naciones originarias, por los derechos de las regiones, por los derechos a la Madre Tierra, por los derechos al agua, por los derechos de las mujeres, por los derechos de los niños,
Quiero expresar también mi solidaridad con los otros pueblos que sufren. Hemos escuchado por la información de la televisión lo que ha ocurrido con los niños indígenas de Canadá. Es vergonzoso cómo el colonialismo ha atentado y ha atacado el futuro de las naciones originarias. Nosotros somos un pueblo solidario, por eso, hermanas y hermanos, es que nos hemos jugado.
Quiero agradecer fundamentalmente, aquí, a las autoridades originarias del pueblo mapuche. A la Machi Francisca Linconao, su apoyo. Junto con ese agradecimiento, yo también tengo una madre, una madre que me está mirando en mi comunidad en Lefweluan, una madre que también hizo que esta hija, hoy día, pudiera estar acá. Un agradecimiento a todas las madres que también luchan por el futuro de sus hijos, pu lamngen.
Finalmente, mandarle un saludo a los niños, que nos están escuchando. Se funda un nuevo Chile. Plural, plurilingüe, con todas las culturas, con todos los pueblos, con las mujeres, con los territorios, ese es nuestro sueño para escribir una nueva Constitución.
¡Maru pu lamngen, marichiweu, marichiweu, marichiweu!