El aumento de casos en la segunda ola y las restricciones a la actividad hicieron caer levemente el empleo registrado en abril y mayo. El impacto fue dispar en los sectores más importantes: el comercio y la hotelería se derrumbaron al mínimo, la industria apenas retrocedió y la construcción se mantuvo.
Después de la recuperación del empleo que vino con el verano posterior a la primera ola de coronavirus, llegó la segunda ola y con ella los enfermos, las muertes, las restricciones a la actividad y la circulación y el agravamiento de la crisis económica y laboral. La tenue pero sostenida recuperación que se estaba viendo durante el verano se interrumpió, de forma dispar en los diferentes sectores de la economía. En bloque, casi 39 mil personas perdieron su empleo privado registrado en la comparación de marzo –cuando se había llegado al máximo de flexibilización– y mayo. Faltan todavía los datos de junio y julio, donde las medidas restrictivas mantuvieron su fuerza.
La pérdida es leve, si se compara con otros momentos de la pandemia y de la economía argentina de los últimos años. En total, desde la llegada del coronavirus al país se perdieron 162 mil empleos privados registrados. Para que sirva como comparación, en toda la era Macri unas 233 mil personas perdieron su laburo privado registrado, eso que el líder de Cambiemos, Juntos por el Cambio o Juntos llamaba "empleo de calidad". De hecho, en lo que va de 2021 el saldo todavía es positivo: durante este año unas 40 mil personas consiguieron un empleo privado registrado. En la comparación interanual, en mayo de 2021 había 78 mil personas más con empleo privado registrado que en mayo de 2020.
Este cuadro global oculta que hay algunos sectores que están sufriendo muy gravemente la pandemia, mientras que otros se muestran más o menos robustos. Por lejos, el mayor impacto está en el comercio y la hotelería, que sufren directamente las restricciones de circulación y actividad. Actualmente en esos sectores, sumados, hay la misma cantidad trabajadores privados registrados que en 2010. Es un salto atrás gigantesco en dos rubros que desde el inicio de la pandemia tuvieron una contracción de 105 mil trabajadores. En lo que va de 2021, 17 mil perdieron su laburo. Están en su punto más bajo desde la llegada del coronavirus.
La industria apenas sintió el impacto, pero se interrumpió el camino ascendente que había comenzado en junio de 2020. De todos modos, hay hoy más trabajadores registrados en el sector que antes del inicio de la pandemia. Incluso, hay más que lo que dejó el macrismo, que efectuó una demolición sin precedentes en el sector.
Finalmente, la construcción –donde hay que imaginar la cifra de trabajo no registrado– parece mantenerse sin pérdida, quizá por el impacto de la obra pública y porque las restricciones no frenaron las pequeñas obras privadas. Desde agosto el sector viene en franca recuperación, aunque todavía está lejos de subsanar el golpe de la llegada de la pandemia.