Más que cualquier otro agente económico, en Estados Unidos los CEO son los grandes ganadores, con pagas que en 2020 superan 351 veces las de un trabajador. Desde 1965, esa brecha se multiplicó 16 veces. La pandemia también ensanchó la diferencia.
El capitalismo entró en la fase donde los ricos malvados a la James Bond son reales. Un estudio del Economic Policy Institute, un think tank norteamericano, encontró que la diferencia de ingresos entre los CEO –en lenguaje común, los ejecutivos– y los trabajadores saltó de una brecha de 21 a 1 –un CEO gana 21 veces más que un trabajador– en 1965 a una diferencia de 351 a 1 en 2020. Dicho de otro modo, se multiplicó 16 veces la diferencia de ingresos. Incluso, durante la pandemia esa brecha pegó un salto significativo, ya que en 2019 esa diferencia era de 307 a 1. La clave: los ingresos de los CEO son determinados por ellos mismos y además están ligados a las acciones de las empresas donde trabajan, cuyo valor financiero no depende ni de la productividad ni de las destrezas de la organización o del CEO mismo.
El estudio se realizó sobre las 350 mayores firmas estadounidenses. En promedio, en 2020 un CEO recibía una paga de 24 millones de dólares anuales. De 1978 al presente, son el agente económico más privilegiado de esta nueva fase del capitalismo estadounidense: aumentaron sus ingresos en un porcentaje superior al del crecimiento de las 500 mayores empresas que cotizan en bolsa (el índice S&P Stock Market) y al del 0,1% más rico. Desde 1978, los ingresos de los CEO crecieron en ese período un 1322%, los de las 500 mayores empresas un 817% y los de 0,1% más rico un 341%. El ingreso promedio de un trabajador yanquí creció un 18% desde 1978 a 2020. Ah pero no hay inflación.
Creado en 1986, el Economic Policy Institute se dedica a hacer estudios y plantear agenda sobre las necesidades de los trabajadores de ingresos bajos y medios. En su trabajo, hallaron que las compensaciones para los CEO con motivo de la pandemia treparon un 18,9%, mientras que el promedio de los trabajadores tuvieron un alza de 3,9% en el mismo sentido, descontando los millones que quedaron sin trabajo.
El pico de desigualdad entre los CEO y los trabajadores se dio en 2012, con una diferencia de 371 a 1. El pico anterior fue en 2000, con CEOs teniendo ingresos 365 veces mayores a un trabajador. La explosión de la burbuja de Internet hizo caer esa brecha a 186 veces, en 2002. Luego volvió a crecer hasta llegar a 330 veces en 2007, para caer a 177 con la crisis de la burbuja inmobiliaria de 2009.
"Durante las últimas décadas, las compensaciones de los CEO crecen mucho más rápido que las de cualquier otro trabajador muy bien pago, lo que sugiere que la demanda de mercado por mejores destrezas no es el motivo de ese rápido incremento", dice el texto, que deposita más la razón en la simple y vieja razón de tener la sartén por el mango, y el mango también.